Un autogol del peruano André Carrillo, jugador de Al Hilal, al inicio del segundo tiempo (minuto 48), dio a Urawa su tercer título de la competición asiática, frente a casi 55.000 aficionados en Saitama, al norte de Tokio, para vencer por un resultado global de 2-1.

El momento decisivo del partido llegó con un tiro libre del defensa noruego del Urawa, Marius Hoibraten, que fue desviado con su cabeza por el peruano Carrillo a la red.

Los dos equipos se enfrentaban por tercera vez en seis años en la final de la Liga de Campeones asiática. Urawa se había impuesto en 2017, mientras que Al Hilal lo había hecho en 2019.

El técnico argentino del Al Hilal, Ramón Díaz, había introducido tres cambios respecto al partido de ida, sacando del equipo al delantero maliense Moussa Marega, de 32 años, y metiendo en cancha a Carrillo, que cumple también 32 en junio, mientras que Urawa mantuvo al mismo equipo del primer encuentro.

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