El Real Madrid está en las semifinales de la Liga de Campeones. La proesa de los blancos el Etihad puede definirse en una frase: manual de resistencia. En su noche menos vistoza en cuanto a juego ofensivo (durante los 90 minutos, el cuadro merengue generó pocas opciones, centrándose en cerrar el resultado), los dirigidos por Carlo Ancelotti forzaron los penaltis, en donde un Lunin inmenso le entregó el billete para las semis a los suyos, atajando los cobros de Bernardo Silva y de Kovacic, un ex madridista tricampeón de la UEFA Champions League en la era de Zidane.
Bellingham resurge
Una de las claves del Real Madrid para obtener el billete para las semis fue el excelente desempeño de Jude Bellingham. Incluso en la prórroga, el británico seguía ejerciendo presión sobre la defensa de los citizens. Sus controles, su conducción y su potencia física fueron importantes para promover los contragolpes que, a la postre, le jugaron una mala pasada a la última línea rival y le cortaron la respiración de los hinchas presentes en el Etihad.
Frustración reducida
Al City sin duda le duele la derrota. En especial la forma como ocurrió. Los ingleses han superado al Real Madrid. En materia física les pasaron por encima. Los merengues no eran capaces de dar cuatro pases consecutivos en la segunda mitad. Las piernas de Carvajal y de Vinicius Jr no daban para más: Brahim, Lucas Vázquez y Militao terminaron ocupando un espacio en el once que fue más efectivo en los penaltis. La frustración del City es reducida. El título que consiguieron los de Guardiola el año pasado rebaja la tensión. Seguramente se vendrá un verano intenso en las oficinas del Etihad. Ahora, el City se centrará en asegurar el título de la Premier League, en donde asumieron el liderato el pasado fin de semana.
Lunin, el MVP
El MVP del partido fue Andrey Lunin. El ucraniano salvó al Real Madrid de una goleada en los 90' y además frenó dos penaltis en la tanda. Bernardo Silva intentó engañarlo lanzando hacia el centro. El portero intuyó con inteligencia, aguantó y tapó el cobro del portugués. Kovacic, por su lado, disparó demasiado suave y Lunin le adivinó el remate.
Nacho y Rüdiger, fenomenales
En materia defensiva, el Real Madrid fue fuerte. En el Etihad, los centrales no sólo se dedicaron a limitar la movilidad de Haaland. Foden apareció menos. Nacho completó un gran partido, disputando algunos balones aéreos con el noruego y frenando más de un disparo de Foden y Grealish. Kevin de Bruyne, en cambio, estuvo a sus anchas durante todo el encuentro. El belga es un dolor de cabeza para los blancos, sin embargo, tuvo en sus botas el segundo en el descuento.