Les ha entrado vértigo a los valencianistas, que sólo tienen dos puntos de ventaja sobre el descenso. Pero lo tienen merecido porque, ante el Mallorca, no mostraron ni la intensidad ni la energía ni la calidad que pusieron ante el Real Madrid. Y eso lo aprovecharon los baleares, que jugaron a lo que quisieron y se beneficiaron de la sociedad ilimitada que forman Muriqi y Lee Kang-in.
El ritmo de la primera mitad fue cansino, habitual en los de Aguirre, sorprendente en un Valencia que podía quitarse de un golpe todos sus problemas. Aunque para sorpresa, la de ver a Lee Kang-in como carrilero. El coreano, lejos del área rival, no podía desatascar el juego plano de los suyos, que dieron media jornada libre a Mamardashvili.
La espinilla de Diego López
Tampoco es que los de Baraja forzasen en demasía a Rajkovic. El primer disparo, a la media vuelta de Hugo Almeida, acabó en la banda. Imagínense con lo que se jugaban. Así fueron pasando los minutos en un choque anodino en el que los ché debían acelerar y arriesgar más si querían sellar la salvación. Controlaron el medio campo, pero sin profundidad. Sólo Diego López, tras un excelente pase de Lino, tuvo la oportunidad de marcar, pero le pegó con la espinilla a un metro de la portería. Rajkovic dio las gracias enviando a córner.
Ya en el epílogo del primer tiempo se soltó más en ataque el cuadro bermellón. Una acción que comenzó en Copete y que finalizó Baba pasando, en vez de rematando, al meta valencianista, fue lo único potable de su ofensiva. Mucho tenía que pasar en la segunda mitad para que los bostezos no provocasen fracturas de mandíbula.
Kang-in, la ley del ex
Y lo que pasó es que Aguirre rectificó su idea original para devolver a Kang-in, exvalencianista, a su hábitat natural. El fútbol es más simple de lo que parece, a veces. El surcoreano, en su puesto, asistió a Muriqi para que este solo tuviera que empujarla con la frente, sin saltar, y abriera el marcador. Más de medio gol, del asiático.
El drama se vivía en el Valencia, que no había tirado a puerta en toda la segunda parte. En medio del diluvio en Palma, Baraja metió toda su artillería en el campo, pero no fue hasta el minuto 79 cuando Rajkovic fue forzado de verdad con un remate de Kluivert que el meta serbio sacó con unos reflejos y estirada espectaculares.
De ahí en adelante, impotencia absoluta de un cuadro ché desquiciado. Son seis los equipos que están en tan solo dos puntos. Y el Valencia es uno de ellos. Vuelve a temblar.
Jugador Flashscore del partido: Lee Kang-in (Mallorca).
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