Ilaix Moriba (20) apenas acaba de empezar en esto del fútbol, pero ya sabe lo que es vestir tres camisetas y es internacional con su selección (Guinea). Dio el salto al primer equipo del Barcelona de la mano de Ronald Koeman después de firmar buenas actuaciones en la cantera, incluidas algunas participaciones en la Youth League, y hasta tuvo una oportunidad clarísima para empatar un Clásico contra el Real Madrid. Días antes, marcó un gol contra Osasuna y dio una asistencia frente a la Real Sociedad.
Puede decir también que jugó en la Champions League como azulgrana, algo muy difícil que pueda repetirse porque salió por la puerta atrás, sin aceptar la oferta de renovación que le propuso el conjunto catalán, y tampoco está haciendo méritos para jugar en Europa. Su último encuentro fue el 22 de mayo de 2021, en la visita del Barça a Eibar, y participó en la consecución de la Copa del Rey -jugó 10 minutos frente al Athletic Club en la final y casi tres cuartos de hora, ante el Sevilla, en la vuelta de semis-.
Traspasado al RB Leipzig a falta de menos de un año de que terminara su vinculación contractual, una salida beneficiosa para las dos partes porque estaba destinado a jugar con el filial o incluso no competir, aterrizó en la Bundesliga con la intención de hacerse valer, pero no debutó hasta octubre y apenas llegó a los 65 minutos en el torneo continental. Ante la falta de oportunidades, salió cedido rumbo al Valencia y se quedó a un paso de volver a ganar la Copa -asistió a Hugo Duro ante el Betis-.
De menos a más en Mestalla
Su rendimiento no fue especialmente óptimo en esos meses de curso, pero tuvo un papel principal a las órdenes de José Luis Bordalás. Sorprende el hecho de que viera nueve tarjetas amarillas y una cartulina roja -también fue expulsado este fin de semana ante el Sevilla- en tan poco tiempo. En su vuelta a Mestalla, con más inestabilidad en el banquillo, no ha conseguido asentarse, sobre todo con Rubén Baraja. El último triunfo liguero con Moriba como titular, en septiembre de 2022 (1-2 en Pamplona).
Parece complicado que vaya a seguir a préstamo en su equipo actual (estaría descartado en caso de no conseguir la permanencia, ahora a tres puntos) y tampoco cuenta para el cuadro germano. Su corta edad y la experiencia que ha sumado en los últimos años son los dos principales factores que invitan a pensar que el mediocentro puede tener cartel de cara a un futuro traspaso o incluso una nueva cesión a un destino que convenza a Ilaix, cuya trayectoria es, al menos por el momento, descendente.