Kang-In Lee (22) es un jugador talentoso y, salvo sorpresa, aún tiene al menos una década de fútbol por delante. Pese a que apenas supera veintena, esta es su quinta temporada en LaLiga Santander. Dio sus primeros pasos hace un lustro, aunque sólo disfrutó de tres participaciones. Era todavía un adolescente y todavía tenía mucho que demostrar, pero en septiembre de 2019 consiguió marcar su primer gol como profesional después de haber destacado en el filial del Valencia, que ya se le quedaba pequeño.

Pudo celebrar dos dianas más con el primer equipo y hasta disputó cinco encuentros en la Champions League, una competición que ahora ve desde lejos porque el Mallorca tiene objetivos mucho menos ambiciosos, si bien sus antiguos compañeros la ven ahora a más distancia porque tienen sólo dos puntos de margen sobre los puestos de descenso y están inmersos en una agonía constante para salvar la categoría. No le iría nada mal a Rubén Baraja un futbolista como el surcoreano.

Hay que mirar atrás para dar una explicación a por qué Kang-In abandonó la capital del Turia y puso rumbo a las Islas Baleares. Renovó en 2018 y firmó un contrato por cuatro temporadas, así que todo parecía indicar que le esperaba una larga trayectoria sin cambiar de camiseta. Sin embargo, se marchó gratis un año antes de que terminara dicha vinculación tras negarse a firmar una nueva ampliación. ¿Qué ganaban los de Mestalla? Se ahorraban su ficha en el curso 2021/22.

¿Y qué perdió el Valencia?

La respuesta parece muy evidente si observamos sus números en el presente curso, con participación directa en prácticamente un tercio de los goles del cuadro bermellón (10 de 31). Ha anotado seis tantos y ha repartido cuatro asistencias, justo lo que le pedía Luis García Plaza cuando ocupaba el puesto que ahora ostenta Javier Aguirre, cuya llegada provocó una evidente mejora en el rendimiento colectivo que ha mantenido en el tiempo -permanencia meses atrás y situación privilegiada ahora-. 

El cuadro che perdió a un futbolista que, todavía con mucho futuro por delante, ha demostrado saber desenvolverse en diferentes situaciones sobre el verde -salir rápido al contraataque o llevar a cabo posesiones más largas en campo rival- gracias a su buen trato con el balón. Todos eran conscientes de su indiscutible calidad, pero desde hace meses se ha desatado de cara a la portería rival. Siempre que moja, como hizo en su anterior casa allá en octubre y este mismo lunes, los suyos puntúan.