Con LaLiga convertida en poco más que una quimera, la práctica totalidad del madridismo tiene los cinco sentidos puestos en el crucial partido de vuelta de cuartos de final de la Champions League ante el Chelsea del próximo martes.
Pero los planes de Ancelotti fueron algo distintos en el Nuevo Mirandilla porque, aunque es verdad que hizo seis cambios respecto al partido del pasado miércoles, sí que decidió construir una columna vertebral de titulares indiscutibles formada por Courtois, Militao, Valverde y Benzema para demostrar que el Real Madrid tampoco iba de turismo a la capital gaditana.
El Madrid, a tope desde el primer minuto
El que sí estaba con la mente puesta al 100 % en el partido era el Cádiz, en plena lucha por la salvación y habría cabido esperar que fuera quien tratase de golpear primero, pero se encontró con un equipo blanco muy bien plantado y sin especular ni un segundo sobre el terreno de juego.
El balón solo circulaba en la zona defendida por los amarillos, con Valverde protagonizando el primer disparo del Madrid con relativo peligro, pero en la primera ocasión que los chicos de Sergio González tuvieron para pasar de medio campo, estuvieron muy cerca de marcar y solo el poste evitó el gol del Pacha Espino.
Se podría decir que fue la última que se vio a Courtois en pantalla porque el monólogo madridista en la primera parte fue absoluto. Con un Rodrygo más eléctrico y vertical que nunca en la posición que más le gusta, que es la de extremo izquierdo (lástima para él que sea la misma que ocupa Vinícius), sus regates y sus paredes con Benzema hicieron mucho daño a la defensa cadista, aunque siempre le faltaba la precisión final, algo que le lleva pasando toda la temporada.
David Gil fue un muro (casi) infranqueable
Y por si la dupla francobrasileña fuera poco, también se sumaba por la derecha Asensio, con la confianza al máximo tras su gol ante el Chelsea, pero no pudo hacer buena su mejor virtud, que es el golpeo con la zurda y David Gil desbarató su intento tras caerle al mallorquín un rechace dentro del área.
El portero del Cádiz, titular por la sanción a Ledesma, dio todo un recital de paradas, deteniendo incluso un mano a mano a Rodrygo o una volea con la izquierda a Ceballos. Y cuando no fueron sus manos salvadoras, fue el larguero el que dijo “no” a Benzema, que no se podía creer que su disparo desde la frontal del área pequeña se estrellase en el travesaño y botase justo en la línea de gol en un primer tiempo que podría haber acabado en goleada blanca, pero que finalizó con empate sin goles por esas cosas que tiene el fútbol a veces.
Tanto los casi 20.000 espectadores como los propios futbolistas seguramente se fueron al descanso con la sensación de haber presenciado casi un milagro, pero estaba lejos de acabar para alegría de los de Sergio y desesperación de los de Ancelotti.
Ocasiones y más ocasiones hasta que apareció un Nacho salvador
El guion de la segunda mitad parecía que iba a ser calcado al de la primera. Las ocasiones claras de los madrileños fueron innumerables: un mano a mano de Rodrygo tras un gran pase de Militao, un zurdazo con rosca de Asensio que se fue fuera por poco, un pase de la muerte de Valverde al propio Rodrygo que este falló de manera incomprensible, un tiro al palo de Benzema…
Era bastante obvio que el trío de atacantes del Madrid habría tenido probablemente 200 partidos con más acierto de cara a gol en sus carreras, por lo que si querían ganar, debería aparecer alguien fuera de radar para desatascar el choque.
Y así fue. Nacho, el hombre comodín para Ancelotti, volvió a demostrar su versatilidad una vez más probando suerte desde fuera del área y ese fue el truco para batir a un inconmensurable Gil. El duro disparo del defensor entró pegado al palo y sus compañeros respiraron por fin.
El palo para el Cádiz fue tan duro que no pasaron ni cinco minutos más cuando Asensio sentenció el encuentro con un buen tiro colocado al palo largo tras la asistencia de Valverde, pero los andaluces, con nada ya que perder, se estiraron y los últimos 15 minutos fueron un bonito ida y vuelta con bastantes oportunidades por ambos bandos, pero el 0-2 no se movió.
El club merengue llegará a Stamford Bridge con la confianza por las nubes tras este ejercicio de paciencia y de tolerancia ante la frustración, mientras que el cuadro gaditano sigue cuatro puntos por encima de los puestos de descenso y deberá seguir batallando por salvarse de la quema.
Jugador Flashscore del partido: David Gil.
Aquí puedes consultar todos los detalles del Cádiz-Real Madrid.