Un partido entre dos equipos con los objetivos prácticamente cumplidos (el Barça, salvo descalabro histórico, se proclamará campeón de LaLiga y el Girona no parece que vaya a sufrir más de la cuenta para mantener la categoría) invitaba a que ninguno de ellos guardase la ropa obligado en pos de conseguir un resultado positivo y eso se pudo ver en el Spotify Camp Nou.
Aún con el shock en el cuerpo que provocó la goleada sufrida ante el Real Madrid en semifinales de Copa del pasado miércoles, los azulgranas, con Ansu Fati y Eric García titulares de nuevo, saltaron algo dormidos al campo y de ello se intentó aprovechar Míchel, que apostó por los mismos 11 hombres que ganaron contra el Espanyol la jornada anterior.
El Girona salió muy enchufado
Los gerundenses estuvieron muy cerca de comenzar el encuentro de una manera inmejorable porque, gracias a su intensidad y a su presión alta, Taty Castellanos y Tsygankov inquietaron a Ter Stegen en los primeros minutos, aunque sin precisión en los metros finales.
Esto despertó a los de Xavi, que respondieron con ocasiones de Lewandowski y Ansu, pero la más clara no tuvo como protagonista a ningún jugador vestido de azul y granate sino a sus rivales, puesto que entre Santi Bueno y Gazzaniga estuvieron a punto de liarla de no ser porque el guardameta argentino sacó el pie en el último segundo para desviar el balón a córner cuando habría sido el gol tonto de la jornada.
El partido estaba cambiando peligrosamente para los intereses del Girona, aunque trataron de no meterse en su área buscando ataques rápidos que ni Castellanos ni Iván Martín pudieron aprovechar, pero poco a poco la normalidad se impuso y los culés pasaron a dominar.
Gazzaniga evitó el gol de Araújo por milímetros
Fruto de este dominio y de meter a sus oponentes en su área llegaron las oportunidades de Raphinha, cuyo golpeo a pase de Gavi se fue demasiado desviado y, en especial, de Araújo. El Charrúa remató al primer palo un saque de esquina y Gazzaniga tuvo los reflejos suficientes para, cuando el esférico se colaba irremediablemente en su portería, sacar una mano salvadora cuando el balón había entrado en su práctica totalidad, aunque no al 100% como es necesario para que el gol cuente.
La segunda parte comenzó con un cabezazo de un Eric García que, pese a estar solo a la salida de un córner, no acertó a dirigir entre palos, pero esto no fue una señal de que el Barça iba a salir en tromba sino que al revés, su mayor posesión y constantes centros al área no creó apenas ocasiones de peligro.
El Taty falló con todo a su favor
Todo lo contrario sucedió en los dominios de Ter Stegen, que sigue con el mal de ojo que ha debido de echar a los delanteros rivales en liga. Solo así se explica que Castellanos, en un mano a mano con el arquero germano en el que incluso tenía a Tsygankov a su derecha para empujar a placer para marcar, optara por jugársela él, pero disparó muy desviado para desesperación de Míchel, que no se lo podía creer en la banda.
Tampoco salía de su asombro cuando Riquelme, que acababa de entrar al campo, se fue como quiso de Koundé por la izquierda y se sacó un centro fuerte al que Araújo llegó a despejar, pero su rebote se estrelló contra el lateral de la red cuando pudo haber sido un gol en propia por unos centímetros.
Los azulgranas, con la idea de dejar al Madrid a 15 puntos, se volcaron en los últimos 10 minutos para buscar el gol de la victoria, pero con más corazón que cabeza y ni Lewandowski, que estuvo bastante flojo en todo el partido aunque lo intentó sin cesar, ni un testarazo de Gavi a la salida de otro córner, que obligó a Gazzaniga a volver a sacar una mano providencial, pudieron desnivelar la balanza y el público del Camp Nou se tuvo que volver a casa sin ver ningún tanto por segunda vez en lo que va de temporada, pero con la certeza de que no se les escapará el título liguero.
Jugador Flashscore del partido: Gazzaniga.