Si todo va bien y se hace uso de esa prórroga, el compromiso finalizaría el 30 de junio de 2027. Cumpliría así el centrocampista nueve campañas en El Sadar. En caso contrario, un año antes. La cláusula de rescisión, además, ha quedado fijada en ocho millones de euros. 

Una firma que se esperaba con ganas en el seno de Osasuna y también en el entorno del propio futbolista valenciano, que se unió al proyecto cuando el equipo andaba en Segunda división, allá por el curso 18/19. Su actuación fue determinante para lograr el ascenso, del mismo modo que, sin perder protagonismo, ha sido muy relevante para conseguir la permanencia de forma holgada en el lustro que lleva ya en Primera. 

"Durante su trayectoria en Osasuna, la afición ha podido disfrutar de su incuestionable capacidad técnica, a la que ha sumado sacrificio defensivo y 26 goles, una cifra muy relevante para un futbolista que ocupa la segunda línea del ataque. Al margen de su extraordinario rendimiento, Rubén García ha sido un ejemplo de compromiso, profesionalidad y comportamiento, lo cual le ha convertido en un futbolista querido y respetado por el osasunismo", ha elogiado en un comunicado la entidad navarra.