Más

Pérez Lima, exárbitro: "El problema del arbitraje es que va de víctima"

Pérez Lima, exárbitro de Primera división
Pérez Lima, exárbitro de Primera divisiónColección personal de Pérez Lima
Manuel Pérez Lima, en su día ganador del trofeo al Mejor Árbitro de LaLiga, ha compartido una charla con Flashscore donde repasa su trayectoria profesional

 ¿A qué se dedica Manuel Pérez Lima, uno de los grandes nombres del arbitraje español de este siglo, ahora en 2025? 

Bueno, sigo un poco vinculado al fútbol, escribiendo, tengo cinco libros publicados, tres están exclusivamente dedicados al arbitraje. El cuarto libro, me gusta mucho el tema de los juegos, escribí sobre cómo jugaban los niños y las niñas en los años 80, en los años 90. Y el último que acabo de publicar hace poco es El Cabrero, es hablar un poco de los valores y las culturas de los pueblos canarios. 

Después, tengo la otra parte que va unida al escritor, que es la de las conferencias. Me dedico a dar conferencias sobre liderazgo, trabajo en equipo, etcétera, etcétera. Además, yo soy osteópata, y tengo una consulta en una clínica en Tenerife, en Los Rabejos, y ahí estoy trabajando de lunes a viernes, pues compaginando las tres cositas. La verdad es que estoy muy entretenido, muy contento, y siguiendo como árbitro, pero desde la distancia, haciendo otras cosas. 

¿Cuál es el mejor recuerdo que tiene de sus años como árbitro en la máxima categoría? 

Una de las cosas que siempre venía en la cabeza era conseguir salir aplaudido de un campo de fútbol. Eso era lo que a mí me atormentaba, ¿por qué no podemos salir aplaudidos? Y la gente me decía, "pero eso es casi imposible, ¿no?" Y yo tuve la suerte de conseguirlo. Entonces, mi mejor recuerdo, aparte del premio Guruceta, al mejor árbitro español, durante dos temporadas seguidas, ha sido el poder, en un Athletic-Osasuna, salir aplaudido, y el otro fue en un Cádiz-Jerez, también logré salir aplaudido. 

Esos dos partidos para mí fueron especiales porque es el reconocimiento de la afición, de los jugadores y del público que reconocen el trabajo de un árbitro de fútbol. Eso me gustó muchísimo y después también, por supuesto, el que la prensa especializada te dé un premio como mejor árbitro y no un año sino dos. Entonces esas cosas han sido para mí los mejores recuerdos que tengo dentro del arbitraje y sobre todo de los partidos que realmente me han llegado. 

Y el otro lado de la misma pregunta, ¿cuál sería quizás el peor, o algún recuerdo de algo que no saliera del todo bien? 

En el fútbol profesional, más o menos, todo ha sido positivo. El peor recuerdo que tengo es que Pérez Lima no está descendido. Pérez Lima tiene un asterisco que pone 'renuncia a la categoría por petición propia'. ¿Por qué? Porque llegué a un acuerdo con Victoriano Santiago Arminio, en aquella época era el presidente, con Norberto Castilla Yánez, que era el presidente de la territorial canaria, porque había un problema en Canarias en la formación de árbitros y necesitaban una persona que pudiera formar a los árbitros y encima fuera el enlace con la península. Y han pasado 15 años y todavía estoy esperando que me llamen. 

Entonces, renuncié a la categoría para que ellos subieran a otro y al final, pues nada. Ese es el peor recuerdo que tengo del estamento arbitral y de todo relacionado con el arbitraje, el engaño que recibí por parte de las personas en las que más confiaba. Al final sirve de formación para todos. Eso lo publico claramente en mi segundo libro, lo pongo muy claro, que saca tu alma de árbitro. 

Pérez Lima, como árbitro
Pérez Lima, como árbitroColección personal

El victimismo en el arbitraje

¿Qué opina del momento actual del arbitraje?

Vamos a ver, el problema que tiene el arbitraje es que va de víctima. Siempre ha ido de víctima. En la actualidad vamos de víctima. Es que no nos quieren, es que no nos respetan. Vamos a ver, el arbitraje es un deporte maravilloso, que tiene cosas buenas y cosas malas, como cualquier otra profesión, como cualquier otro deporte. 

Lo que pasa es que muchas veces se utiliza el ir de víctima porque les interesa a determinados estamentos, como puede ser la Federación o el Comité de Árbitros, o a determinados árbitros. Pero el arbitraje es un deporte igual que otro. Llegas, haces tu trabajo y vas para tu casa. No creo que sea tan malo o que sea tan poco querido, como dicen. Porque yo, personalmente, en Canarias, donde me muevo, o en cualquier sitio que voy, tengo un montón de amigos, la gente te respeta, la gente te quiere. Y está claro que, en un momento determinado, cuando pitas un partido y la cosa no te sale, o hay problemas, está claro que en ese momento la gente se puede crispar y pueden decir cosas que no gustan. Pero una vez termina el partido, cuando vas por la calle, la gente lo que quiere es sacarse fotos contigo y estar a tu lado. Y eso a día de hoy, todavía, que llevo un montón de años retirado, la gente te ve, te saluda y te recuerda jugadas. Especialmente, la jugada donde has metido la pata. Te recuerdan un montón de cosas. Pero la gente en líneas generales suele valorar bastante el arbitraje. 

No me gusta el tema de ir de víctima porque yo nunca lo he vivido así. He tenido muchas agresiones, me han pegado tres veces, he estado dos veces en la UVI. Sobre todo, en fútbol regional porque antiguamente era muy peligroso. Pero gracias a Dios, eso a partir de los años 80 o 90, ya empezó a cambiar, empezó a modificarse. Y del resto, no puedo hablar cosas malas, exceptuando cosas puntuales. Yo siempre me he sentido muy querido por los aficionados, muy querido por los jugadores, y a día de hoy lo sigo manteniendo. 

Pérez Lima, durante un partido
Pérez Lima, durante un partidoColección personal

Ser árbitro, algo con lo que se nace

¿Qué requisitos psicológicos tiene que tener un árbitro en la máxima categoría y cómo se lidia con la presión, tanto la que uno mismo se puede poner como especialmente la externa, de medios, de jugadores, de entrenadores? 

Uno de los problemas principales que hay es que para ser árbitro de fútbol tiene que tener unas condiciones, innatas, con las que se nace. Yo, por suerte o por desgracia, esas condiciones las tenía, mientras otros se ponen nerviosos. Es como, por ejemplo, un bombero, que ve una llama y no tiembla, va a apagar el fuego. Si yo veo una llama y tiemblo, no valgo para bombero o policía. Para ser árbitro de fútbol, igual. Un árbitro de fútbol tiene que mantener la calma en la dificultad. Yo siempre lo explico. Hay que ser como el Teide, el corazón caliente y por fuera lo que es la mente fría. El Teide es igual. Tú eres el Teide, por dentro es puro calor y en la parte alta es nieve. Por lo tanto, tenemos que mantener la calma, pero el corazón tiene que estar siempre caliente. Y eso tiene que ser un poco como un árbitro de fútbol. Hay que buscar personas que tengan esas condiciones y después formarlos. En la actualidad y desde hace muchos años se busca tener gente por tener gente y se va preparando. ¿Qué es lo que pasa? Cuando llegan las dificultades no saben estar porque se ponen muy nerviosos, les puede la presión y a veces incluso afecta a su salud. Por lo tanto, lo que hay que hacer es buscar personas que tengan esas condiciones y una vez que tengan esas condiciones para ser árbitro de fútbol, ya se empiezan a formar para ser árbitro de fútbol.

Por lo tanto, hay que buscar personas con unas condiciones para poder ser árbitro de fútbol y después trabajarlas. Una de mis charlas, una de mis conferencias, trata de aguantar la presión. ¿Cómo aguantar la presión ante dificultades? Yo te lo puedo comentar, te puedo ayudar, te puedo dar las herramientas, pero si tú no tienes la base, esas herramientas que te doy no sirven para nada porque cuando llegue el momento, el miedo te va a bloquear, porque el miedo bloquea de tres formas. Obviamente te viene miedo o te quedas quieto o sales corriendo o te enfrentas al problema. Por eso hay que buscar deportistas con unas condiciones primero innatas para ser árbitro de fútbol y después ya viene la física, después ya viene la técnica, después ya viene la de juego, y entonces ya viene el aprender de personas y saber tratar situaciones complicadas. 

Hablemos del VAR, ¿qué cree que ha supuesto en estos primeros años al fútbol? 

El VAR se ha vendido como algo maravilloso, algo bonito, que venía a ayudar y lo que ha hecho es todo lo contrario. Desde mi punto de vista es porque el fútbol ha tenido que adaptarse al VAR y no el VAR adaptarse a las necesidades del fútbol. Y se incorporó para acabar con errores, no se incorporó para mejorar el arbitraje sino para intentar acabar con los errores. 

Si entiendes un poco el fútbol, si te pones a analizar bien el VAR, el VAR ha creado polémica donde antes no había polémica, antes había situaciones que estaban ya cubiertas, en que no había problemas, pero ha resuelto aquellas que sí había problemas: el gol con la mano, el fuera de juego grande, los jugadores tramposos que se dejan caer… Eso lo ha resuelto, la violencia lo ha resuelto, pero ha creado la otra parte, ha creado problemas donde antes no había problemas, jugadas grises que ahora el VAR las analiza de una manera negativa.

Además, el VAR ha creado una debilidad enorme hacia el colectivo arbitral, dejando en ridículo tanto al árbitro del campo como al árbitro del VAR. Por lo tanto, yo creo que el VAR, el problema principal que tiene, es que no ha entrado para adaptarse al fútbol, ha sido el fútbol que tiene que adaptarse al VAR. Tú imagínate cosas tan sencillas como la historia, si tú tiras la historia de las reglas de juego, puedes comprobar que el fuera de juego en línea ya estuvo anteriormente, se les decía a los árbitros asistentes que cuando un jugador estuviese en línea había que levantar la bandera, y eso no funcionó. Es decir, fuera de juego de un centímetro había que levantar, y eso no funcionó. Después se dijo que el jugador que entra y uno que sale, cuando es un fuera de juego de un centímetro hay que dejar continuar. Pues, en esto, con el VAR hemos vuelto para atrás, jugador que está un centímetro por delante, fuera de juego, y ahora quieren cambiarlo. 

Pérez Lima, presentando uno de sus libros
Pérez Lima, presentando uno de sus librosColección personal

El caso Negreira y los pagos del Barça

Hablando ahora de temas de más de actualidad, usted fue árbitro cuando el Barcelona estaba realizando los pagos a Negreira. ¿Qué vio? ¿Si vio alguna cosa? 

Yo soy un poquito especial, yo no sé si es porque soy canario, pero yo no soy una persona de estar rodeada de gente cuando voy a los sitios. A mí me gusta mi vida, me gusta mi casa, me gusta mi gente, me gusta hacer lo mismo que siempre he hecho. Cuando viajaba, a mí nadie me iba a buscar para ir a un campo, yo no quería que nadie fuese. Tengo amigos, pero a los amigos los veo después. Pero cuando voy a trabajar, voy a trabajar. Y en el colectivo arbitral igual, cuando iba a las concentraciones, iba a las concentraciones. Yo no tenía que ir a babear al presidente, ni a babear ni a hablar con el director técnico. Iba a hacer mi trabajo y ya está, y confianzas, las justas. Nunca me ha gustado dar confianzas a nadie. 

Entonces, el tema de Negreira me ha escandalizado tanto como a todos, porque nunca vi nada ni escuché nada ni recibí nada ni nada de nada. Cuando salió el tema, la verdad que te sientes defraudado. Es lo mismo que comentaba, así me dijeron que yo iba a ser el enlace, que yo iba a estar entre los árbitros, que yo iba a ser el director técnico de los árbitros y después me dejaron votado. Es la misma gente. Son mentirosos. Y como buenos mentirosos suelen engañar. Y en realidad lo que han hecho es engañar a todo el mundo, y a mí el primero. Porque nunca pensé que eso pudiera pasar en el colectivo arbitral por la seriedad que se transmitía y por la forma que tenían de trabajar tan estricta. 

Recientemente, se ha hecho pública la rectificación o la aclaración de la norma por el penalti de Julián Álvarez contra el Real Madrid en Champions. ¿Cómo vio esa acción? 

La vi igual que todos. Igual que todos. ¿Qué es lo que pasa? Que hay muchos iluminados en el mundo. O sea, los que trabajan para un medio y quieren defender a los árbitros, no se dan cuenta que defender a los árbitros es meter la pata. Y le daban la razón porque había tocado dos veces. Yo no sé quién la vio, yo no vi que había tocado dos veces. Pero todo el mundo, los iluminados intentaban defender al arbitraje, otros intentaban defender al del VAR. Es como la mano de Cucurella en el Mundial, ¿no? Una mano como una catedral, te decían que no, los iluminados... Y después, cuando acaba todo, cuando todo se enfría, sale la aclaración. 

El balón sigue siendo redondo y el terreno de juego siendo rectangular. Esto no ha cambiado tanto. El fútbol es fútbol. Entonces, se lo han comido con papa y entró el VAR y dañó un buen arbitraje que estaba haciendo el árbitro. Penalti que tenía que haber dejado continuar y que si lo tocan dos veces porque resbala, tiene que repetir el penalti. Eso es la lógica, ¿no? Pero la regla no ha cambiado, la regla es la misma. No han hecho nada, lo que han hecho es aclarar, pero la regla es la misma. Lo que hay que saber interpretar es lo que es diferente. Y, normalmente, la gente que suele estar al frente no sabe interpretar nunca las reglas. Las interpretan para defender sus intereses y, después, cuando pasa un tiempo, sacan una aclaración. Si te das cuenta, siempre ha pasado. Pero la regla de juego, la base de la regla de juego, sigue igual. No ha cambiado. Y todos vimos lo mismo. 

Ese mismo árbitro, Marciniak, arbitró la semifinal en Milán entre el Inter y el Barça que también despertó polémica.

El árbitro es un buen árbitro, es de los más que me gustan. Y el partido del Inter contra el Barcelona me parece un arbitraje de nivel. Pero, claro, ¿qué es lo que pasa? Si tú estás mirando la actuación de un árbitro con lupa y resulta que te centras solamente en lo que te puede perjudicar como club, oye, seguro que vas a encontrar algo. Pero la lupa no la miras con aquellas jugadas que te pueden favorecer. Solamente centras la atención en aquellas cosas que te pueden perjudicar. Los partidos de fútbol son 90 minutos. Y en 90 minutos se cometen errores, pequeños o grandes, a favor y en contra. Lo que pasa es que normalmente los clubes lo que hacen es poner la lupa donde les interesa e intentan justificar una eliminación o intentan justificar que otro equipo haya ganado. Y ese es el problema que hay en el fútbol. 

La gente lee poco, la gente se informa poco y se deja llevar por las noticias que suelen sacar los clubes. Para defenderse, porque hoy en día a la gente no le gusta el fútbol. A la gente le gusta un club. Le gusta o el Barcelona o el Inter o el Madrid o el PSG. Yo creo que la gente debería aficionarse al fútbol y después al club. Pero sobre todo al fútbol. Ese árbitro para mí es un gran árbitro que ha hecho una muy buena temporada y en el partido del Inter contra el Barcelona tuvo errores a favor y en contra de los dos. Pero hay que mirar todo el partido durante los 90 minutos y no solamente en esas acciones puntuales que le pueden perjudicar al Barcelona.

Pérez Lima
Pérez LimaColección personal

La polémica antes, durante y después de la final de la Copa 

¿Cómo vivió la polémica arbitral previa a la final de la Copa del Rey? Con la rueda de prensa del colegiado y las noticias que llegaban desde Madrid pidiendo el cambio de árbitro, etc.

El problema es que el fútbol está totalmente debilitado. Una Federación totalmente debilitada a la que no cree nadie y quiere quedar bien con todos. Ese es el problema que hay, que no tenemos una Federación fuerte con unas buenas territoriales. Está totalmente debilitada. 

Entonces, claro, hay una rueda de prensa en que se va a hablar de todo lo relacionado con el partido y yo no sé lo que pasó, pero ahí lo que hubo fue una debilidad, desde mi punto de vista, por parte de la Federación en todos los aspectos. Y creo que hay que saber guiar mejor las situaciones o llevar mejor las situaciones complicadas. Hay una debilidad enorme entre la Federación y muchos clubes. Hay una crispación general a través del caso Negreira, a través del caso del Barcelona con el tema de Olmo, con el caso del Madrid, el caso Rubiales, etc. Hay una debilidad enorme. 

Y en medio siempre están los árbitros. Y los árbitros, no los olvidemos, son de la Federación, que tiene un sistema burocrático y está muy débil. Y es muy difícil lidiar con situaciones complicadas como la de la Copa del Rey si no hay una Federación fuerte, con personalidad, con estilo, teniendo gente que gestione todas las críticas reales, con fundamentos. Una Federación con la cabeza bien alta y tirando adelante. Es muy complicado.

Días después, en otro escenario muy polémico en la previa y en el post del partido, después de la eliminación del Barcelona contra el Inter, se dio el arbitraje en el Clásico de otro canario, de Hernández Hernández. ¿Cómo lo vio? 

Yo, por ejemplo, no puedo hablar de los árbitros españoles porque son amigos. ¿Qué te voy a decir? Todo bonito. Es un árbitro canario. ¿Cómo voy a hablar yo mal de un canario? Estamos locos. Es un árbitro de Canarias y está haciendo un buen trabajo. Y yo creo que es un muy buen árbitro. Los árbitros en general, creo que hacen todos un buen trabajo, independientemente de si va a haber errores. Lo que sí me parece a mí que tiene que mejorar es la Federación, el tema del VAR y el tema de las territoriales. Porque no nos olvidemos que de las territoriales salen los árbitros que nutren al fútbol profesional. Y, si te pones a analizar los que están al frente de las territoriales, junto con los comités técnicos de árbitros de muchas territoriales, son gente que no ha sido ni árbitro. Y nos encontramos con árbitros muy jóvenes. Y después de ahí se nutren y llegan arriba. 

Yo creo que, habiendo buena cantera de árbitros en España, el sistema de captación de árbitros tiene que cambiar. Se ha quedado antiguo y desfasado. 

"Los árbitros deberían ser como un equipo profesional"

¿Cómo debería ser? ¿Qué innovaciones le aplicaría? 

Por ejemplo, el equipo profesional tiene que ser un equipo profesional. ¿Qué es un equipo profesional? Un equipo que se levanta por la mañana, entrena junto, come junto, pero está concentrado en la misma zona. Y de ahí se eligen los mejores para dirigir el fútbol tanto en Primera como Segunda división. Se gana mucho dinero. ¿Cómo es posible que un árbitro viva en Tenerife y vaya a arbitrar en Barcelona? Tienen que estar concentrados durante toda la semana y de ahí se eligen los mejores para ir a arbitrar. Y así es como tiene que funcionar. Y el problema es que no funciona así. Sigue funcionando como toda la vida. Cada uno representa un comité territorial y de ahí salen. Tiene que funcionar como un equipo de fútbol, concentrados en una zona y de ahí se distribuyen para las diferentes zonas a arbitrar. Los mejores que estén en forma durante esa semana van a arbitrar. 

¿Ha visto o escuchado lo que se dice de los árbitros en Real Madrid TV?

Sí, lo he escuchado. Esto es sencillo. Si te afecta, no lo oigas. Es una empresa privada que no sé si pertenece al Real Madrid o no. Yo tengo que dedicarme a mi trabajo. Da lo mismo lo que piensan los demás de lo que yo hago. El árbitro no se puede dejar llevar por lo que digan los otros. El canal del Real Madrid es libre de hacer lo que quiera, y si tú crees que está mal, pues se denuncia y ya está. Pero yo creo que el árbitro de fútbol tiene que concentrarse en el campo, en arbitrar, en entrenar, en sacar buenos partidos. Y el Comité de Árbitros tiene que dedicarse también a preparar a los árbitros. Pero aquí parece que va muy bien ir de víctima. 

A mí lo que me interesa es que el árbitro cuando sale al campo vaya a hacer un buen trabajo, tenga personalidad, llegue a la gente, llegue a todo el mundo. Que vaya con la cabeza bien alta donde quiera que vaya. Es un orgullo y es un honor ser árbitro de fútbol. Y eso hay que transmitirlo a los árbitros. Yo sigo siendo árbitro de fútbol y tengo ya 56 años y yo me siento orgulloso de ser árbitro de fútbol. Creo que es lo mejor que me ha pasado. Y por lo tanto, ese mensaje tiene que quedar a todos los que son árbitros. A todo comité, etc. Ser árbitro de fútbol es un honor. Y como tal honor, no podemos dejarnos llevar porque otros digan lo que quieran decir. Que digan lo que quieran. Cuando vas a arbitrar a un campo, tú trabajas, hazlo bien, corre, muévete. Demuestra lo que vales. Y verás tú que la gente va a valorar tu trabajo. Si no es hoy, te lo valoran mañana. 

A los árbitros hay que utilizarlos para arbitrar. Pero no para defenderse de ciertas cosas que tendría que hacer la Federación.