Tras la suspensión del encuentro ante Osasuna, los futbolistas fueron abandonando las instalaciones del estadio olímpico Lluís Companys con muy malas sensaciones, cabizbajos, cariacontecidos y desolados. Poco antes, en el hotel de concentración, había fallecido el doctor y los ánimos no estaban para nada más que para llorar la muerte de su compañero.
Horas después del aplazamiento del partido, aún conmocionados, los futbolistas del Barça y su técnico, Hansi Flick, junto con el resto del staff, han guardado un respetuoso minuto de silencio en mejora de Miñarro.
Después de ese gesto, compungidos aún, han tenido que entrenar para preparar el partido ante el Benfica de Champions League.
