El 12 de agosto de 2023 queda ya muy lejano en el tiempo. Aquel día, primera jornada de Liga, los de Ancelotti visitaban San Mamés y salieron con una malísima sensación después de ver cómo Militão se rompía el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda. 

Cinco días después era operado y las previsiones más optimistas apuntaban a una recuperación simbólica ya para el final de campaña. Pero Eder no se conformó con volver a jugar en este curso 23/24 sino que quería ser protagonista del mismo. Dicho y hecho, aún tiene dos meses por delante para recuperar el ritmo y las sensaciones necesarias para ayudar al Real Madrid a conquistar Liga y Champions. 

"He pensado mucho en este momento. Han sido días difíciles, pero ahora toca disfrutar. Mi vuelta tenía que ser aquí, en casa. Además, frente al club contra el que me lesioné. Volver contra ellos para mí es una felicidad". 

Curiosidad o no, fue contra el Athletic cuando se lesionó y ha sido contra los leones cuando ha vuelto. Y, además, en un Bernabéu que le ha dado alas. "Siento mucha alegría y felicidad por el apoyo de la afición. Cuando he salido a calentar su apoyo me ha dado una alegría que no puedo explicar".

La ovación se escuchó incluso fuera del estadio. Como la que le brindaron sus compañeros, quienes incluso lanzaron el balón fuera de modo intencionado para que pudiera reaparecer. "Tenemos un grupo que no se puede describir. Es de una grandeza… te apoyan, te ayudan y entrar y recibir su cariño es un honor. Pienso en todas las personas que me ayudaron, desde fisios hasta los familiares. Ha sido un momento muy difícil. Ahora, a por el City".