Nada destacable había sucedido en las porterías hasta que, aún en el minuto 17, Mikel Vesga intuyó el desmarque de Iñaki Williams. El balón al hueco fue prodigioso, no menos que la carrera y la definición del hispanoghanés, quien superó con desconocida tranquilidad a Sivera. 

En base al gol, el Athletic creció más y mejor en el encuentro, dominando el ritmo con y sin balón, con el propio Vesga y Sancet crecidos en la sala de máquinas, y con alguna carrera del incombustible De Marcos. Lo de Óscar que no falte.

Sólo Kike García inquietaba algo a los defensas rojiblancos. Su juego de espaldas es de lo mejorcito de LaLiga. Y no es exageración. Junto a Hagi, que algo del padre tiene, y alguna carrera de Luis Rioja, fueron los únicos que se aproximaron a un Unai Simón que apenas tuvo que intervenir hasta la segunda mitad. 

Mucho más trabajo tuvo Sivera, que fue testigo del testarazo de Vivian al larguero al filo del descanso. Hubiera sido la puntilla para los babazorros, que habían presionado bien en el primer cuarto de hora, pero carecieron de imaginación con el balón en los pies. 

Carreras de Vitoria a Bilbao y vuelta

En la segunda mitad, el encuentro siguió siendo un derbi, con mucha intensidad, precipitación, pérdidas, alguna falta de más... hasta que se rompió el encuentro para convertirse en un correcalles. Y ahí íbamos de portería a portería. Unai Simón, ahora sí, justificó su sueldo con dos paradones a Sola y a Kike García. Samu Omorodion también la tuvo para anotar, pero falló solito en el remate. Igual que Williams, que solo ante la portería la estrelló en un defensa. Era lo más difícil.

En esos momentos, igual de cerca estaba el empate que el 0-2. Y esto es lo que llegó con un golazo de Sancet, que la puso donde quiso. La asistencia, de Iñaki Williams, que esta vez frenó, miró y encontró a su compañero para sentenciar el encuentro. 

Quedaba todavía un cuarto de hora, pero la sensación era que los chicos de Luis García Plaza, sobre todo Samu y Kike, carecían de pólvora. Y así fue. Acabó el derbi vasco con victoria, dos décadas después, del Athletic Club ante el Deportivo Alavés, que contaba sus duelos en casa por victorias. 

Jugador Flashscore del partido: Iñaki Williams (Athletic de Bilbao).

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