Blanco o violeta, no importa. El Real Madrid sólo fija su mirada en el verde de la victoria. Los hombres de Carlo Ancelotti se encuentran en un momento dulce de forma. Sin hacer su mejor fútbol, a los siete minutos de partido ya ganaban 1-0 de la mano de un misil teledirigido a la escuadra por Rodrygo, que consiguió poner fin a la sequía con su segundo gol de 2024.
No lo puso fácil el Athletic Club, que ataviado con el color habitual de los locales pareció adoptar algunas de sus virtudes. Pese a verse por detrás, mantuvieron la templanza y el control del balón, fijando a los merengues en su área con la personalidad propia de un equipo que está pugnando por estar en la Liga de campeones el curso que viene.
Un duelo de tonalidades vivas y cálidas, se le tornó negro a un Yeray que se vio obligado a abandonar el terreno de juego con molestias musculares en los compases iniciales. Se le oscureció el horizonte en un momento al central, que se retiró lamentándose y, seguramente, pensando en que se le complicaba participar en la final de Copa del Rey de dentro de seis días.
Aunque no se prodigaron mucho en ataque los líderes, sus puntas de lanza estuvieron al rojo vivo. Cada vez que recibieron el esférico, tanto Brahim como Rodrygo generaron situaciones de peligro que hicieron ver todo gris a la zaga de los leones.
Todo claro
Con la entrada de la segunda mitad, el Real Madrid fue optando por colores más claros y enturbiando la paleta de los Leones. Cuando los visitantes trataron de cambiarlo, Lunin se encargó de evitarlo con intervenciones que rozaron lo prodigioso. Así lo demostró el ucraniano con una espectacular parada a tiro de Iñaki Williams.
Sin duda, los madrileños preferirían jugar de blanco en casa, pero no les trastocó demasiado los planes hacerlo por una vez de morado. De hecho, los acontecimientos se sucedieron cual camino de rosas, como las que tenían estampadas en la cuarta equipación que presentaron en el choque. Si algo se torcía, lo enmendaban de alguna manera para salir airosos.
Antes de la conclusión dio tiempo para volver a ver brillar a Rodrygo con un dorado intenso. El brasileño alcanzó su máximo exponente con una jugada de fantasía en la que sentó al defensa para definir a placer con el 2-0. Con esta diana, además, facilitó el regreso a la actividad de su compatriota y compañero Eder Militao.
Cada minuto que pasaba tras el segundo zarpazo cayó como una losa sobre los jugadores de Ernesto Valverde, que comenzaban a pensar en la definición copera más que en remontar. Sus acercamientos se redujeron y fueron cada vez más tímidos. Finalmente, cayeron con honor, pero quedaron a merced del resultado del Atlético de Madrid en Villarreal (mañana a las 21.00 horas) para saber si mantienen la cuarta plaza una jornada más.
Llegado el pitido final, todo se reinició. Los madridistas retomaron la ventaja de ocho puntos sobre el segundo y ya piensan en el azul celeste del Manchester City, contra el que se enfrentarán dentro de nueve días, ahora sí, defendiendo el impecable color blanco con el que se convirtieron en Reyes de Europa.
Jugador Flashscore del Partido: Rodrygo.
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