Las arcas del Barcelona no están boyantes ni mucho menos. Los retrasos constantes en recibir el dinero de las diversas palancas activadas por Laporta y su Junta directiva desde el año pasado no ayudan a tener liquidez. 

De ahí que hayan tenido que realizar obras de ingeniería económica poco convencionales para poder reforzar el equipo. Entre ellas, la operación de cesión de Joao Félix. El luso, en su contrato con el Atlético de Madrid, que no pagará nada de su salario este curso, cobraba 20 veces más de lo que, según Romeu, percibía en el Barça. 

Sin embargo, horas después de haber hecho pública esa cifra en diversos medios, se ha sabido que, por su buen rendimiento, y a pesar de las limitaciones económicas que azotan a la entidad, ese salario se ha multiplicado por 10, pasando a percibir cuatro millones de euros. 

En un club tan vigilado y limitado, que aún debe usar la fórmula de 1/4, es decir, que se puede gastar en fichajes un 25 % de lo que ingresa, es cuanto menos curioso haberle subido el sueldo justo cuando se ha conocido que LaLiga valoraba el contrato en esa cifra de cuatro millones. 

LaLiga no permite que un futbolista cobre menos que su cotización

Años atrás, LaLiga ha impedido a algunos clubes de Segunda fichar jugadores que procedían de Primera incluso renunciando estos a cobrar cantidades ingentes de dinero. El motivo es que LaLiga "no se cree" que un jugador pueda renunciar a grandes sumas por el simple hecho de querer jugar en un club, incluso aunque éste sea de inferior categoría. 

La sospecha de la patronal, que veía gato encerrado, es que el contrato que se presentaría no tendría nada que ver con lo que realmente cobraría el jugador. De ahí que, dentro de su férreo control financiero, una de las herramientas sea la valoración que la propia entidad presidida por Tebas hace de los jugadores en función del salario medio que han percibido en las últimas dos temporadas. 

En el caso de Joao Félix, nunca habría permitido que alguien que cobra más de ocho millones por año firmara por un salario de 400.000. De ahí que, de cara al tope salarial, haya computado desde que fue inscrito cuatro millones. Justo la cantidad que el Barcelona, de un día para otro, argumentando que ya lo tenían acordado con el jugador si rendía bien, va a darle al mediapunta.