La irrupción del ahora gravemente lesionado Marc Bernal y la posterior de Marc Casadó, además del regreso de Gavi, la confirmación de Fermín, el fichaje de Dani Olmo, el gran nivel de Pedri, la polivalencia de Raphinha e incluso la paciencia de Pablo Torre han complicado sobremanera los minutos del centrocampista neerlandés.
La larga lesión sufrida la pasada campaña, y que le ha tenido meses apartado de los terrenos de juego, tampoco le ha ayudado lo más mínimo. Al contrario, cuando ha vuelto se le ha notado aún falto de ritmo y siempre perdedor en las comparaciones con sus compañeros. Dicho de otro modo, que De Jong ha pasado de indispensable a ser uno más que incluso podría volver a ser puesto en el mercado para obtener un buen rédito económico.

Ya lo intentó hace un par de años el club para solventar sus apuros financieros -como con Ferran Torres-, pero se negó a marcharse. Luego se hizo indiscutible para Xavi y ahí se acabaron los rumores. Hasta ahora. Su contrato finaliza en 2026, pero la propuesta que se le hizo hace unos meses, muy a la baja en cuanto a su actual salario, fue rechazada por el jugador. Y no ha habido más contactos. Así que si no da la vuelta a la situación deportiva, es probable que a final de esta campaña su nombre vuelva a tener el cartel de transferible.
De Jong, mientras, no ha abierto la boca, pero sí su representante, Ali Dursun. Lo ha hecho en De Telegraaf para negar que se hayan ofrecido a clubes de Arabia Saudí y para jurar casi amor eterno al Barcelona. "Su objetivo es estar en forma para brillar más tiempo en el club que ama y donde se siente como en casa".