Manuel Ruiz de Lopera ha fallecido a los 79 años de edad, una noticia que ha provocado un sinfín de reacciones en el fútbol español debido a su estrecho vínculo con el Real Betis.
Nacido en la capital hispalense el 13 de agosto de 1944, heredó el amor por el club verdibanco de su padre y ya desde niño se convirtió en un fiel seguidor.
Allá por 1991 dio un paso trascendental de cara a lo que iba a venir después: ingresó en la Junta Directiva que presidía Hugo Galera y en diciembre de ese año fue nombrado vicepresidente de la misma, participando muy activamente en el proceso de conversión en Sociedad Anónima Deportiva.
Más adelante, el 30 de junio de 1992, se convirtió en el máximo accionista de la sociedad, lo que dio pie al comienzo de una larga etapa en la que, sin ninguna duda, se erigió en el responsable absoluto.
Alcanzó la presidencia el 25 de abril de 1996, manteniéndose en dicho puesto hasta el 30 junio de 2006, fecha en la cual la abandonó. José León Gómez, que ya lo había sido, heredó el cargo de nuevo.
Un importante legado
Durante su larga trayectoria al frente del Betis, Lopera obtuvo éxitos deportivos muy importantes, tales como la consecución de la Copa del Rey en 2005 y, ese mismo año, la clasificación para la Liga de Campeones. Asimismo, el cuadro con sede en el Benito Villamarín disputó una vez la Recopa continental (campaña 1997/98) y participó hasta cuatro veces en la UEFA (lo que ahora se conoce como Europa League).
Además, es el mandatario que registra un mayor número de encuentros al frente del equipo, una cuenta que asciende a 469 partidos, tiempo en el cual vivió los ascensos de 1994 y 2001 y los descensos de 2000 y 2009. En otro orden de cosas, conviene destacar que allá por 1998 impulsó una remodelación del estadio, culminada a principios de siglo, lo que permitió levantar nuevas tribunas en las zonas de Fondo y Gol Norte.