Isaac Romero, que aún debe someterse a una resonancia este lunes para valorar cuál es el alcance de la dolencia, sólo pudo disputar un cuarto de hora frente al Real Betis (1-1). Cualquier jugador criado en la cantera del Sevilla sueña con firmar una gran actuación ante el vecino de la ciudad, pero se marchó del terreno de juego sin apenas tiempo para destacar. El belga Dodi Lukebakio se encargó de ocupar su lugar en el once. 

El resultado de la ecografía no era halagüeño porque invitaba a pensar, como informó la entidad de Nervión, que podía "perderse lo que resta de temporada", algo confirmado una vez realizada la resonancia (entre seis y ocho semanas concretamente). Los suyos, algo relajados tras haber dejado atrás los fantasmas del posible descenso, se enfrentarán en ese lapso de tiempo a Granada, Villarreal, Cádiz, Athletic Club de Bilbao y Barcelona.

Romero, cuya irrupción dio aire fresco por el fantástico rendimiento anotador y su pronta adaptación a la élite del fútbol nacional, había puesto fin a su sequía en la anterior cita, contra el Real Club Deportivo Mallorca, que sucumbió a domicilio por 2-1. Gracias a la letal conexión que ha forjado junto a Youssef En-Nesyri desde que irrumpió en el primer equipo, volvió a mojar tras casi dos meses y medio sin ver portería.

Isaac, por tanto, ya ha puesto fin a este curso 2023/24, en el cual formó parte del filial durante un importante tramo. El balance es similar en lo que a goles y asistencias se refiere: cuatro en ambos registros -tras 14 encuentros disputados-. Esta cifra en la élite es susceptible de mejorar a partir de la siguiente campaña, que se presenta muy incierta debido a las dudas que hay respecto a la continuidad de Quique Sánchez Flores y de muchísimos jugadores.