Centro de datos del Rayo Vallecano-Celta
No hay mejor forma de comenzar un partido que ponerse con ventaja muy pronto. Eso hizo el Rayo con la diana de Embarba a los cinco minutos. Reclamó Guaita en vano falta de Camello y que por eso despejó mal, pero no lo vio así Cuadra Fernández ni el VAR y el voleón del rayista subió al marcador. El tanto tambaleó a un Celta huérfano de su faro, el lesionado Aspas, y eso hizo que apenas creasen peligro mientras Ciss y Unai López dominaban a placer en el medio campo.
Pero cuando más seguros parecían, poco después de que Guaita evitara el doblete de Embarba, llegó el tanto del empate, obra de Borja Iglesias, que culminó una acción iniciada por Ilaix Moriba y continuada por Bamba, asistente del goleador.
Con el 1-1, comenzaron a pasar más cosas en ambas áreas, a abrirse más el duelo y a generar ocasiones. Los de Giráldez pudieron dar la vuelta al marcadora ya superada la media hora, pero Borja esta vez no tuvo puntería. Tampoco pudo Lejeune volver a poner por delante a los suyos en un saque de esquina. De nuevo los célticos reaccionaron, pero Mumin se disfrazó de muro y neutralizó en la misma acción disparos de Borja, Moriba y Alfon. Impresionante el central. Como Guaita, que al filo del descanso negó el gol a Unai López.

Lejos de conformarse con un reparto de puntos, Rayo y Celta salieron a por el triunfo. Lo que es de agradecer, dicho sea de paso. En ese cuerpo a cuerpo, tras varios intercambios de ocasiones, salió beneficiado con un nuevo gol el equipo de la franja. De Frutos recibió escorado, armó su cañón derecho y por el palo del portero coló el 2-1.
Por delante quedaba aún media hora. Y los vigueses se lanzaron al ataque. Fran Beltrán, Moriba, Marcos Alonso... todos amenazaron a Cárdenas, que detuvo casi sin querer, con el rostro, un disparo a bocajarro de Swedberg. Cómo no pudo entrar eso... pues ahí se salvaron los locales. Aún quedaban minutos, pero la zaga madrileña lo despejaba todo. Imperial Mumin. E incluso quedándose con 10 el equipo visitante por la tonta expulsión de Marcos Alonso -entró sin permiso tras ser atendido y recibió la segunda amarilla-, aún tuvo una ocasión clarísima que no dejará dormir a Swedberg. Su cabezazo en plancha en el segundo palo, sin oposición alguna, lo mandó a las nubes. Ahí ya respiró el Rayo, que ganó y supera en la tabla a su rival de este viernes por un punto, alejándose cada vez más de la zona peligrosa.

Jugador Flashscore del partido: Mumin (Rayo Vallecano).