No todos los días uno puede vestirse con el traje de líder y mirar al resto desde abajo. Con esa posibilidad ni remotamente soñada hace unas semanas compareció el Girona en La Cerámica. Pero dispuesto a no darle opción ni para ir al probador, el Villarreal le dio un susto de los grandes nada más empezar. Morales aún debe estar preguntándose cómo echó el balón al segundo anfiteatro con toda la portería para él. 

Ese susto se añadió al que dio Savinho, la gran revelación gironí, por un problema en un tobillo. Por fortuna para los catalanes se recuperó y fue su jugador más incisivo en los primeros 45 minutos. Lo habitual, vamos. Suyas fueron las mejores carreras para generar peligro ante Jorgensen. Un centro suyo lo teledirigió a Tsygankov, cuyo cabezazo lo despejó un generoso en el esfuerzo Yeremi Pino. También pudo él mismo haber abierto el marcador, pero Dovbyk, muy forzado, se le adelantó y erró el remate. 

Fue, sin embargo, el Villarreal el que gozó de las mejores oportunidades de gol en ese período. Además de la mencionada de Morales, también la tuvo Yeremi, pero se encontró con un gran Gazzaniga. Y Pedraza, cuchillo afilado por la izquierda, cuyo centro lo despejó David López a su propio poste. 

De modo increíble, al descanso se llegó con las gafas en el marcador. Mas poco tardaron en desaparecer. Parejo, de penalti de Iván Martín sobre Capoué, firmó el 1-0 nada más reiniciarse el encuentro.

Una reacción de líder

Los de Míchel Sánchez, que hasta ese instante iban andando cuando tenían el balón, cambiaron el chip, aceleraron y obtuvieron rápidamente una gran recompensa que les convirtió en líderes de LaLiga. Un remate de Dovbyk a centro, cómo no, de Savinho, se convirtió en el 1-1. Y otro de Aleix García lo cabeceó sin despeinarse Eric García para hacer el 1-2. En cinco minutos, gloria para el Girona. 

E incluso pudo ir a más si el larguero no hubiera repelido el disparo de Aleix, el cerebro del equipo. O si Portu hubiera afinado su mirilla. El Villarreal estaba en la lona y el rival quería finiquitar el duelo por la vía rápida. Lo pudo hacer también Stuani, recién incorporado, pero el veterano uruguayo, después de robarle la cartera a Jorgensen, erró a puerta vacía. Lo del meta amarillo, pitado por su afición, para darle un banquillazo ayer mejor que hoy. 

Lejos de reaccionar, el asedio a los locales continuó. De nuevo Stuani tuvo en sus botas el 1-3, pero el palo lo evitó. Esto le dio un poco de vida al moribundo enemigo en los últimos instantes, pero el submarino amarillo no está para salir a la superficie. Ni con Setién, antes, ni con Pacheta, ahora. Y menos ante un Girona sólido como la roca y que ya es, por primera vez en su historia, líder de Primera. 

Jugador Flashscore del partido: Aleix García (Girona).

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