Ha sido una operación complicada y con muchas aristas, principalmente económicas. Los mancunianos estaban encantados de prestar a su jugador para que se revalorizara y, de este modo, recuperar parte de los casi 100 millones de euros que pagaron al Ajax por sus servicios en el verano de 2022. Pero no estaban por la labor de seguir pagando su ficha o parte de ella mientras vistiera otros colores. En el Betis no podían abonar lo que solicitaban, aunque como suele suceder, las dos partes han cedido para que la operación llegase a buen puerto.
Pero había más. Con todo acordado y con el futbolista convencido de jugar en España, su todavía entrenador, Amorim, le pidió quedarse un partido más, el de Europa League ante el Rangers, por si era necesario su concurso ante las ausencias que arrastraba. Esto no gustó un ápice al equipo sevillano, pero no quedó más remedio que aceptarlo si no quería perder definitivamente al jugador. En todo caso, no jugó ni un segundo.

Una vez cumplido con ese trámite, Antony ya ha recibido el permiso para viajar a Sevilla, pasar el examen médico y firmar su contrato hasta el 30 de junio, lo que debería suceder este sábado 25 de enero.
Sin duda, y si no hay contratiempos de última hora, un gran refuerzo para un Pellegrini que los necesita si quiere reflotar al Betis de la mala racha donde anda inmerso, con una sola victoria en los últimos nueve partidos.