Ganar o ganar. Habían pasado más de cuatro meses desde la última victoria del Granada, aquel 26 de agosto en el que pudieron superar a un Mallorca que cayó por la mínima en el Nuevo Los Cármenes (3-2). El verano daba sus últimos coletazos con unas temperaturas muy altas, España aún no tenía gobierno un mes después de las elecciones y los regalos de Navidad ni siquiera estaban entre las preocupaciones del ciudadano de a pie.

El ultimátum contra el Cádiz llegaba entre semana, con el 2023 ya terminado y a sólo unos días de la llegada de sus Majestades los Reyes Magos de Oriente. Recibir a todo un rival directo después de tanto tiempo sin cosechar un resultado positivo se afronta con una dosis de presión muy elevada. Gestionar eso, claro, es parte del trabajo de unos futbolistas que aspiran a mantenerse vivos en la pelea hasta finales de mayo, cuando acabará el curso doméstico.

Una 'Batalla' sin consecuencias

Y si hay alguien entregado a la causa, ese es Bryan Zaragoza, que tardó apenas un par de minutos en hacer una de las diabluras que tanto le caracterizan. Una arrancada desde fuera hacia dentro con definición de Myrto Uzuni generó cierto nerviosismo en el cuadro dirigido por Sergio González, sometido durante prácticamente toda la primera mitad. El público, consciente de la importancia del duelo, hizo todo lo posible por mutiplicar los decibelios.

La grada estalló con el gol de Lucas Boyé recién superado el cuarto de hora, aunque no subió al marcador por una mano del propio argentino. Poco después, el citado atacante albanés marcó a balón parado pese a la larga revisión del VAR, lo que invitaba a pensar en que también podía ser anulado. Aún no se había alcanzado el segundo acto y el mismísimo Uzuni tuvo dos oportunidades más para ver portería (el buen hacer de Conan Ledesma resultó determinante).

Sin casi trabajo en su debut, Augusto Batalla, en un contexto similar a Bruno Méndez, se encontró con Rubén Sobrino dentro del área y este último cayó al suelo. Pulido Santana, que mostró tres amarillas a jugadores visitantes antes del paso por vestuarios, decidió señalar la pena máxima, pero la visita al monitor le hizo cambiar de idea. Los diez minutos de descuento que dio sólo sirvieron para agitar la polémica en un envite de alta tensión y nada sencillo para el colegiado grancanario.

El triunfo de la esperanza

Fruto de la desesperación, Sobrino protagonizó una jugada incomprensible, un golpe sin balón a Gonzalo Villar que le costó la roja directa. Con un hombre menos, sacar al menos un empate era una misión mucho más complicada. Los nazaríes intentaron que pasaran pocas cosas a partir de entonces porque perder la cabeza y buscar el 2-0 a la desesperada no parecía la mejor de las decisiones, especialmente dadas las ínfimas llegadas del cuadro amarillo.

Por momentos, los de Alexander Medina retrocedieron algunos pasos y vieron cada vez más lejos el arco de Ledesma. Aquello fue un espejismo. Hasta el minuto 69, cuando una transición muy ocasional anticipó el desenlace. Un magistral pase de Carlos Neva desde la izquierda dio pie al -todavía mejor- remate cruzado del futbolista cedido por el Bayern de Múnich, que llevaba casi tres meses sin celebrar. Y con Bryan a los mandos en su versión más excelsa, incluso pudo caer alguno más, pero finalmente no hubo modificaciones en el luminoso.

Jugador Flashscore del partido: Bryan Zaragoza.

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