Los aficionados del Atleti iniciaron el 2024-2025 con ilusión. Enrique Cerezo armó un proyecto interesante. Fichajes como Julián Álvarez (75 millones de euros más 20 en variables), Conor Gallagher (42 millones de euros), Le Normand (34,5 millones de euros) y Sorloth (32 millones más 10 en variables). Un total de 184 millones de euros en un mercado de verano generaron alegría en los colchoneros, que apuntaron alto en el amanecer de la temporada liderando LaLiga y clasificando de forma directa, sin play-offs, para los octavos de Champions.
Ahora, la realidad rojiblanca es muy distante a lo que se evidenció en el inicio de la campaña: el Atleti, el 3 de abril, tendrá que conformarse con la clasificación para la próxima Liga de Campeones... por una temporada más. La historia de siempre: se inicia con motivación el curso. Se piensa en ganar y en los momentos determinantes (el año pasado fue ante el Dortmund en cuartos de Champions y se regaló LaLiga en la segunda vuelta) el equipo cae.
Desde la derrota con el Real Madrid en los octavos de final de la Champions el Atleti no ha levantado vuelo. Empate contra el Getafe, contra el Espanyol. Derrotas en Liga y en Copa del Rey con el FC Barcelona. Los malos resultados se han extendido en todas las competiciones y han reflejado una crisis profunda que causa desazón en la hinchada.
Simeone asegura en las ruedas de prensa que el Atleti está compitiendo bien. En el fútbol moderno, la exigencia impulsa a pensar que competir no es suficiente. Los 200 millones invertidos en el mercado de verano no han sido suficientes. Ganar, a estas alturas, es lo único que importa y el Atleti no ha logrado derrotar ni al Barça (en Liga y en Copa) ni al Madrid en Champions.