La única duda sigue estribando en saber si Dembélé y su representante se llevarán, como estaba acordado tras su renovación el pasado verano, la mitad de ese montante o, como pretende el Barcelona, renuncie a gran parte de esa comisión. 

El PSG ya avisó al club catalán de que ejecutaría, si era necesario, los 50 millones de euros de su cláusula de rescisión, algo que el futbolista quería evitar por motivos fiscales para él y por sentimentales, en una especie de respeto a la entidad azulgrana. 

Las negociaciones se centraban, pues, en un traspaso del que el Barça pretendía sacar una mayor tajada, ya sea aumentando su oferta el club parisino o bien renunciando Ousmane Dembélé a recibir ese 50 % de la venta. 

Sea como fuere, el extremo francés se ha trasladado a París este jueves aprovechando los días libres que ha concedido Xavi hasta el lunes tras volver de la gira americana para ultimar los detalles del que será su nuevo y millonario contrato.