El Real Madrid sumó tres puntos fundamentales el domingo en la carrera por LaLiga EA Sports. Después de empatar con el Rayo en Vallecas, los dirigidos por Carlo Ancelotti se enfrentaban a un Sevilla necesitado que jugó a resguardarse y a esperar, complicando la circulación de balón de los merengues y brindando pocas oportunidades ofensivas.
La más clara del Sevilla, de hecho, fue un contragolpe que condujo Lucas Ocampos por la banda izquierda y que frenó Lunin tras un remate en seco de Isaac (50'). Más allá de esa opción, los hispalenses generaron lo mínimo, pensando más en sacar el cero del Bernabéu y llevarse un empate.
Modric, eterno
El Madrid, aunque se mostró confundido en algunos tramos del encuentro, dio con el tanto que necesitaba gracias a un eterno Luka Modric. El jugador ingresó en el tramo final del encuentro en lugar de Nacho. Tchouaméni pasó a ubicarse como defensor central, en parte gracias a la falta de acciones que ocasionaba el Sevilla.
En una acción aislada, Modric se encontró con un rechace de la defensa hispalense hacia la frontal. Sacó un regate y, con un disparo fuerte, venció a Ørjan Nyland para marcar el 1-0. Su gol supuso que Ancelotti frenara el cambio de Arda Güler. El joven turco, que acababa de cumplir 19 años, no tuvo minutos tras el tanto del croata. La segunda modificación del Madrid fue el ingreso de Álvaro por Rodrygo.
Aplausos y tensión con Ramos
Sergio Ramos, como era de esperarse, fue aplaudido por gran parte de la grada de Chamartín. En el momento en el que el central saltó al campo, se llevó un discreto homenaje de las gradas, que mantienen presente en recuerdo del 'Camero' levantando las tres Ligas de Campeones consecutivas que obtuvo el Real Madrid bajo la tutela de Zinedine Zidane.
Sobre el final del encuentro, Ramos, mientras le alegaba una decisión al joven Fernández Buergo (entró en lugar de Díaz de Mera, lesionado en el 62'), el central recibió unos silbidos de las gradas.
Arbitraje complicado
Los colegiados la pasaron mal en el Santiago Bernabéu. En especial Díaz de Mera. Primero, por anular un gol a Lucas Vázquez (9`) que le hubiera permitido abrir el marcador al Madrid. Después, por una serie de faltas cometidas por el Sevilla que frenaron el ritmo del partido. La tensión llegó a un punto máximo. Tanto así que Toni Kroos, uno de los más tranquilos del equipo blanco, expuso su molestia y se llevó la tarjeta amarilla. Ramos se encargó de bajar las revoluciones del centrocampista alemán.
Díaz de Mera, además, se retiró lesionado. El colegiado principal tuvo problemas en el gemelo. Fernandez Buergo se encargó de reemplazarlo.
El Madrid ha cerrado un triunfo complicado. Los merengues siguen en la cima de LaLiga EA Sports y llegan con un aire de tranquilidad a la jornada 27º, en donde se enfrentarán al Valencia el próximo sábado a las 21:00 hrs.