Camavinga (21) hace saltar las alarmas tras un grito que rompió el silencio del PGE Narodowy de Varsovia.
Un choque con Tchouaméni ha hecho que el entrenamiento previo a la final de la Supercopa se detenga de inmediato.
El susto parece que se ha esclarecido rápidamente. El nuevo seis del Real Madrid, rodeado por sus compañeros, se ha levantado y se ha dirigido a la enfermería sin signos aparentes de lesión grave. Llegó a la línea de banda sin cojear.
A pesar de su enfado visible antes de entrar al tunel de vestuarios, no parece que haya sido nada preocupante. Las primeras exploraciones han descartado una lesión grave. Se esperará prudentemente para ver como evoluciona la zona afectada. No estará ante la Atalanta, ya que Ancelotti no va a forzar al respecto.