Los hechos, según la denunciante, que es trabajadora del Espanyol, se produjeron en junio de 2024, en la fiesta de celebración del ascenso de los periquitos a Primera división, cuando el futbolista se le acercó, le hizo tocamientos no consentidos y la condujo al baño impidiendo que nadie pudiera abrir la puerta desde fuera.
Aunque la presunta víctima solo tiene recuerdos puntuales por encontrarse, como ha reconocido, bajo los efectos del alcohol, según el auto escrito por la jueza encargada del caso, también se destaca en el mismo un informe forense sobre un trastorno por estrés postraumático que avala su versión, así como los mensajes intercambiados con amigas tras lo sucedido y las declaraciones de testigos, por lo que considera la magistrada que hay "indicios suficientes" para enjuiciar a Álvaro Aguado.
El futbolista, actualmente sin equipo y al que se le ha impuesto una fianza de 5.000 euros, ha declarado que sí hubo relaciones sexuales, pero que fueron consentidas.
