Vestido con camiseta negra y acompañado por el multimillonario Hiroshi Mikitani, dueño del club y de la empresa de comercio electrónico Rakuten, Iniesta recordó los cinco años que pasó en el club de Kobe, antes de anunciar su decisión de partir.
"Tengo muchas ganas de seguir jugando, de seguir compitiendo, pero a veces los caminos se separan y, en este caso, las prioridades del entrenador son otras. Lo respeto y lo asumo", declaró Iniesta, de 39 años, quien ha jugado poco con el técnico japonés de su equipo, Takayuki Yoshida.
"Viendo mi situación deportiva y las ganas que tengo de seguir jugando, hemos decidido de mutuo acuerdo que lo mejor era buscar una salida", agregó el talentoso mediocampista, ahogando lágrimas de emoción.
Consultado a cuál equipo iría, respondió que su intención es buscar un club en el que pueda tener acción.
"Quiero seguir jugando al fútbol, me siento con la capacidad. Cerrando esta etapa veremos qué opciones puede haber. Me gustaría terminar mi carrera jugando, y eso quiero intentar. Aquí esa parte está siendo complicada", reconoció.
Recordó que al llegar al Vissel Kobe tenía la intención de retirarse con el conjunto japonés, pero que ante la falta de minutos en el campo y su deseo de seguir jugando, optó por salir en busca de un nuevo club.
Adelantó que su relación con el club japonés continuará.
"El día que me retire, mi vínculo con el Vissel seguirá en otro ámbito. Estaré encantado de seguir vinculado a este club que es mi casa", dijo sin dar detalles.
El mediocentro se mostró sorprendido con la presencia de su madre, hermana y cuñado en la conferencia.
Iniesta llegó al Vissel Kobe procedente del Barcelona, el equipo de sus amores donde es una figura histórica, al igual que en la selección de España, con la que alzó la copa en el Mundial de Sudáfrica en 2010.
En la rueda de prensa se presentó un video de su trayectoria con el club, en el que fue capitán y alcanzó títulos nacionales y regionales.
Como despedida, el 6 de junio participará en un partido del Vissel Kobe contra el Barça en el Estadio Nacional de Tokio, lo que calificó como "un día único y excepcional".
Posteriormente, el 1 de julio tendrá una despedida del Vissel en el estadio de Kobe.