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El Madrid busca la cuarta o la primera este miércoles en Catar

Bellingham y Mbappé, en el entrenamiento previo a la final de la Intercontinental
Bellingham y Mbappé, en el entrenamiento previo a la final de la IntercontinentalMAHMUD HAMS / AFP
El 18 de diciembre, el mismo día que dos años atrás Argentina ganó el Mundial en el estadio de Lusail donde se disputa la final, la misma fecha en la que el Madrid ganó su segundo Mundial de Clubes en 2016 ante el Kashima Antlers, renace la Copa Intercontinental.

El Madrid se mide en la final al Pachuca mexicano, que ha dado la sorpresa eliminando al Botafogo, campeón de la Libertadores y después al Al-Ahly egipcio en la tanda de penaltis.

Aunque técnicamente es la primera edición de la refundada Copa Intercontinental de la FIFA, a nadie se le escapa la tradición que tenía esta competición con el mismo nombre, que era un desafío entre Europa y Sudamérica, y a la que ahora se han unido otros continentes, debido a que el Mundial de Clubes adquiere nuevas dimensiones como veremos en verano de 2025 en Estados Unidos.

Año convulso

Si nos ceñimos a la antigua Copa Intercontinental, el Real Madrid ganó la primera edición en 1960 ante Peñarol, y también se impuso en este torneo en 1998 frente al Vasco da Gama y en 2002 contra el Olimpia de Asunción, siendo el club más laureado con tres títulos, empatado con Nacional de Montevideo, Peñarol y Milan.

En caso de victoria, al Madrid le tiene que servir como bálsamo después de un año convulso, que se ha arreglado un poco con la victoria ante la Atalanta en Champions. Pero los de Ancelotti arrastran la goleada recibida en el Bernabéu ante el Barça en Liga (0-4) y tres derrotas en Europa frente a Lille, Milan y Liverpool. No obstante, los blancos siguen vivos en todas las competiciones, y aún falta para llegar al momento álgido de la temporada, donde deben alcanzar el pico de forma.