La competición ha contado a menudo con aquellos que ya se han consolidado como algunos de los mejores jugadores jóvenes del mundo y han deslumbrado para sorpresa de nadie. Sin embargo, ha sido mucho más importante para otros.
Desde que se convirtió en un acontecimiento de mayor relieve en los años 90, al renovarse para celebrarse en una sola nación a lo largo de un solo mes, como otros grandes torneos internacionales, ha servido de plataforma de lanzamiento para muchos, poniéndolos en el camino hacia el estrellato.
Andrea Pirlo
Pirlo se convertiría en uno de los mejores jugadores italianos de todos los tiempos, pero nadie lo sabía a principios de siglo. Llegó a la Eurocopa sub-21 de 2000 tras una temporada sólida, aunque poco espectacular, cedido al Reggina por el Inter, donde le costaba afianzarse.
En Eslovaquia, sin embargo, demostró todo su potencial. Capitaneando a Italia, impresionó a lo largo de todo el certamen y marcó dos goles en la final contra la República Checa -uno de ellos, un tiro libre marca de la casa- que dieron el título a su país y le valieron el premio al mejor jugador del torneo.
A su regreso al Inter, no logró hacerse con un puesto en el once inicial, pero su reputación le valió una cesión a mitad de temporada al Brescia, donde todo cambió para él.
Pasó de ser un '10' a un mediapunta profundo, debido a que la leyenda italiana Roberto Baggio jugaba en su posición habitual, y prosperó en su nuevo papel, hasta el punto de que el AC Milan lo fichó por 17 millones de euros al final de la campaña.
Petr Cech
Cech ya era el guardameta titular del Sparta de Praga e internacional checo cuando llegó la Eurocopa sub-21 de 2002, tras haber sido convocado por primera vez tres meses antes. Sin embargo, su papel en la conquista del título en Suiza le permitió darse a conocer más allá de las fronteras de su país.
En la final, contra una Francia más fuerte que había derrotado a los checos por 2-0 en el partido inaugural, Petr realizó una excelente actuación para mantener el empate a cero durante 120 minutos. En la tanda de penaltis, detuvo dos lanzamientos para dar a su país el primer título juvenil de su historia.
"Tenían un gran portero, grande no sólo por su envergadura, sino también por su forma de jugar, y eso marcó la diferencia", declaró después el seleccionador de Francia, Raymond Domenech, y no fue el único francés que se fijó en el guardameta, ya que el Rennes optó por ficharlo en el verano siguiente.
Rápidamente se consolidó como guardameta del equipo francés, y dos años más tarde fichó por el Chelsea. El resto, como suele decirse, es historia.
Klaas-Jan Huntelaar
Huntelaar llegó a la Eurocopa sub-21 de 2006 con un punto que demostrar, después de haberse quedado fuera de la convocatoria de la selección absoluta para la Copa Mundial, a pesar de haber sido nombrado mejor jugador del curso del Ajax y mejor talento del año en Países Bajos, tras fichar por el equipo de Ámsterdam seis meses antes. Y vaya si lo demostró.
El delantero fue la estrella indiscutible del torneo, con cuatro goles, dos de ellos en la final, y un precioso remate sobre el francés Steve Mandanda en semifinales. La Oranje se proclamó campeona y él fue nombrado mejor jugador del torneo.
Posteriormente fue nombrado vicecapitán del Ajax y el seleccionador nacional Marco van Basten le dio una oportunidad, consiguiendo dos goles y dos asistencias en su debut contra la República de Irlanda. A pesar de tener que vérselas con Ruud van Nistelrooy y Robin van Persie, siguió siendo titular y se convirtió en la estrella del Ajax.
Tras dos temporadas deslumbrantes en la Eredivisie y un cameo goleador en la Eurocopa 2008, fue fichado por el Madrid.
Manuel Neuer
Neuer se ha convertido en uno de los mejores porteros de todos los tiempos en el Bayern de Múnich, y sus actuaciones en la Eurocopa sub-21 de 2009 contribuyeron en gran medida a su fichaje por el gigante alemán.
El entonces guardameta del Schalke sólo encajó un gol en cinco partidos durante la carrera de Alemania hacia el título, y estuvo especialmente impresionante en la semifinal contra Italia, en la que realizó paradas increíbles para mantener a raya a Mario Balotelli y Thiago Motta.
"Creo que Manuel Neuer está interesado en venir al Bayern. Si el Schalke nos da una señal de que está dispuesto a hablar, iniciaremos las negociaciones", declaró el presidente de la entidad bávara, Karl-Heinz Rummenigge, en el mes del torneo, tras lo cual su club aumentó su interés.
Mientras que el Schalke 04 retuvo a Neuer dos temporadas más, el cuadro muniqués fichó a su hombre en 2011.
Xherdan Shaqiri
Shaqiri fue otro de los jugadores que llamó la atención del Bayern en el torneo. El extremo suizo brilló con luz propia en la edición de 2011.
En su primera oportunidad de impresionar en un escenario más grande, el jugador del Basilea sólo marcó un gol -fue uno de sus muchos goles maravillosos- en la sorprendente carrera de Suiza hasta la final, pero fue una pesadilla para los defensas en todo momento y fue nombrado en el equipo del torneo.

Poco más de medio año después, pasó del Basilea al Bayern por unos 12 millones de euros, y se pasaría más de una década jugando al más alto nivel del fútbol europeo para Basilea, Inter, Liverpool y Lyon.