El rey de la Europa League mide fuerzas contra uno de los entrenadores con mejor registro en finales. El Sevilla de Mendilibar se enfrenta en Budapest contra la Roma, un club que, en los últimos años, ha recuperado su pegada.
La Roma, vigente campeón de la Conference League, juega un encuentro especial: José Mourinho ha ganado cinco de las seis finales que disputó; el Sevilla, por su parte, ha sido más que efectivo y ha derribado a gigantes como el Liverpool o el Inter en la carrera por la competición.
El último título europeo sevillista ocurrió en el 2020. Julen Lopetegui -actual entrenador del Wolverhampton- llevó a los andaluces a la definición del certamen. Allí se toparon con el Inter. Los italianos, liderados por Lautaro Martínez y Romelu Lukaku, sucumberion ante el buen juego implementado por los hispalenses, quienes conquistaron el trofeo con un ajustado 3-2.
En ese torneo, el Sevilla liquidó al Manchester United. Los red devils se posicionaban como favoritos pero, en las semifinales, la solvencia defensiva de los andaluces fue demasiado para el explosivo ataque inglés.
La defensa es lo primero
En Budapest los aficionados esperan un juego agresivo. Tanto el Sevilla como la Roma implementan un sistema táctico que toma como punto de partida el manejo de la defensa. Los hispalenses, con una línea de cinco defensores, promueven el desarrollo de las acciones de riesgo por las bandas; los romanos, fieles al estilo mourinhista, promulgan la efectividad, los balones aéreos y la solvencia en los duelos uno contra uno.
Los porteros serán un factor determinante. Por el Sevilla, Bono, el guardameta que llevó a Marruecos hasta las semifinales en Catar 2022, tendrá que frenar los remates de Abraham, El Shaarawy y compañía. En la Roma, Rui Patricio espera consolidar su experiencia y acercar a los suyos a un nuevo título continental.
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