No les dio tiempo a los asistentes a Balaídos casi ni a sentarse en sus butacas antes de festejar el primer tanto, obra del Príncipe de las Bateas, Iago Aspas, que hace tiempo que dejó de ser un aspirante para ocupar el trono celeste. A los dos minutos de juego ya había adelantado el delantero de Moaña a los suyos, justo en la noche que pasó a convertirse en el futbolista con más partidos en la historia del Celta de Vigo.
Todas las piezas encajaban a la perfección y la velada de homenaje a la máxima leyenda del club gallego iba viento en popa. Sin embargo, el Niza tenía otros planes y, en cuanto se superó el cuarto de hora de partido, los galos igualaron la contienda por medio de una diana de Mohamed-Ali Cho, un viejo conocido de LaLiga gracias a su paso por la Real Sociedad.
Así las cosas, todo se equilibró notablemente, aunque los españoles contaban con el as bajo la manga de Bryan Zaragoza, un dolor de cabeza constante para la zaga gala. Con su desequilibrio, el extremo izquierdo granadino forzó la expulsión de Jonathan Clauss, por doble amarilla, a los 38 minutos, lo que mandó a los de Franck Haise con uno menos al descanso.
El segundo acto, como se esperaba dadas las circunstancias, se convirtió en un heroico ejercicio de resistencia del Niza, que aguardó las constantes embestidas viguesas en su zona de tres cuartos con éxito hasta el 75'.
Pero como suelen decir: "Tanto va el cántaro a la fuente...". Y el cántaro cayó en las botas de un Borja Iglesias que ha recuperado por fin la sonrisa y se las apañó para marcar el 2-1 con una carambola que solo podía salirle bien a un tipo reconciliado con el gol.
Al final, el Panda y el Príncipe devenido en Rey, los dueños del gol en el Celta, ayudados por un excelso Bryan Zaragoza, se encargaron de redondear la noche de homenaje al propio Iago Aspas sellando una victoria que les acerca a las ocho plazas que dan acceso directo a los octavos de final.
Jugador Flashscore del partido: Iago Aspas.