La era Vítor Bruno ha llegado a su fin y José Tavares ha sido elegido para liderar el proceso de transición. Al parecer, ya se ha elegido un nombre, pero mientras tanto el balón sigue rodando y hay que tomar decisiones. El técnico interino recuperó a Pepê del castigo impuesto por el anterior entrenador, o autoimpuesto por el internacional brasileño, según Vítor Bruno, y recuperó a Tiago Djaló tras otra mala exhibición de Otávio, pero fue la entrada de Rodrigo Mora la que más aportó al juego del Oporto.
El peso de la desconfianza sigue sobre Mora en el Dragão
Como si el peso de su antiguo entrenador se hubiese quitado de los hombros de los jugadores, los azules y blancos llegaron más ligeros al Estádio do Dragão y fue con esta ligereza, encarnada en los pies de Mora, que el Oporto hizo un buen inicio de partido, aunque sin efectos prácticos.
Pero la falta de confianza sigue haciendo que los jugadores se sientan un poco pesados a medida que pasan los minutos y se acumulan los errores. Alan Varela, otro de los recuperados por el técnico interino, fue uno de los más titubeantes. El argentino siguió fallando pases sencillos y eso contagió al equipo, que perdió el criterio a la hora de atacar el área del equipo griego, a pesar de que había espacio para hacerlo, sobre todo por la banda derecha, donde João Mário siguió tomando malas decisiones.
A pesar del buen inicio del los portugueses, el partido pronto se volvió monótono. A El Kaabi (29') le anularon un gol, pero ni siquiera causó mucha emoción en el Dragão, ya que el delantero estaba en una posición claramente irregular.
Por eso, hasta el minuto 41 no llegó el primer disparo a una de las porterías del Dragão. Nehuén Pérez, que se perderá el último partido de la fase regular tras una amarilla un tanto discutible, fue detenido por Tzolakis a la salida de un saque de esquina. Para mantener la igualdad en una primera parte sin sobresaltos, Mouzakitis obligó a Diogo Costa a ensuciarse poco después con una parada que sirvió para poner una imagen en casa y anticipar la llegada del descanso.
No fue precisamente un tiempo de ideas en el vestuario, al menos ideas que se pusieran en práctica sobre el terreno de juego. El FC Porto volvió con los mismos jugadores y nada había cambiado respecto al primer tiempo. Mora siguió siendo la única buena noticia y Samu, que no pudo con David Carmo, se sumó a la lista de negativos tras recibir una amarilla que también le descarta para el partido con el Maccabi de Tel Aviv.
El Kaabi deja al Oporto fuera de combate
José Tavares intentó enmendar la situación con la incorporación de Zé Pedro, pero se puede decir que fue peor el remedio que la enfermedad. Un malentendido entre el portugués y Nehuén Pérez abrió espacio para Mouzakitis, que regaló el gol a El Kaabi (79').
El zurdazo del delantero fue la gota que colmó el vaso para los locales, que sufrieron su cuarta derrota consecutiva en todas las competiciones y tendrá que jugarse la vida en la última jornada para seguir en la Europa League, después de que Tzolakis le negase el gol a Fábio Vieira en la primera ocasión de los azules en más de 40 minutos. Yaremchuk (90'+4), ex del Valencia, asestó otro golpe, pero el 0-2 fue anulado por fuera de juego.
Jugador del partido: El Kaabi (Olympiacos)