La presencia del nuevo fichaje Antonin Kinský en el once inicial supuso el segundo debut de un guardameta de los Spurs en cuestión de días, mientras Ange Postecoglou seguía dirigiendo a una plantilla asolada por las lesiones y las sanciones.
A pesar de ello, el Tottenham tuvo un comienzo positivo contra el líder de la Premier League, pero después de que Radu Drăgușin rematara un centro de Son Heung-min, una larga demora acabó con cualquier impulso, ya que Rodrigo Bentancur fue asistido tras perder el conocimiento y el juego estuvo detenido durante 10 minutos.
En la reanudación, Mohamed Salah lo intentó, pero disparó desviado, un oasis en un primer periodo bastante anodino. La lesión de Jarell Quansah dejó a los equipos con sólo dos centrales entre ambos, pero a pesar de ello las defensas lograron irse al descanso sin goles.
Desde que se hizo cargo del Tottenham en julio de 2023, Postecoglou aún no ha visto un 0-0, y eso parecía que iba a continuar cuando Alisson cometió un enorme error individual tras la reanudación. Vacilante con el balón, el guardameta visitante permitió que Lucas Bergvall le presionara en el área, lo que provocó que un intento de Pedro Porro se marchara desviado.
En busca de más mordiente ofensiva, Arne Slot realizó un triple cambio a la hora de juego, introduciendo a Darwin Núñez, Luis Díaz y Trent Alexander Arnold, y este último vio cómo su disparo desde un ángulo cerrado era despejado por Drăgușin poco después. Cuando el tiempo se agotaba, Dominic Solanke pensó que había sincronizado su carrera para marcar el gol de la victoria contra su antiguo equipo, pero con el VAR que se estrenaba en la competición durante las semifinales, el árbitro Stuart Attwell anunció la decisión del fuera de juego.
Sin embargo, un partido relativamente tranquilo dio un giro dramático hacia el final, cuando Solanke cazó un balón largo y se lo cedió a Bergvall, que culminó una excelente actuación marcando su primer gol con el Tottenham.
El tanto selló una ajustada victoria para los locales, poniendo fin a la racha de nueve partidos invictos de los Reds en esta competición antes de la visita del Tottenham a Anfield. Con ello, los Spurs pueden permitirse empatar el partido de vuelta sabiendo que estarían a una sola victoria de poner fin a una sequía de títulos de 17 años, que se remonta a la conquista de la Copa de la Liga 2007/08. Invicto fuera de casa desde abril en todas las competiciones (12 victorias y cuatro empates), el Liverpool tendrá que darlo todo en Anfield para seguir optando al título el mes que viene.