Nico Williams fue el jugador que más peligro llevó a la portería del Real Mallorca. Tanto es así que le anularon un gol en el primer tiempo y asistió a Oihan Sancet en el que sí subió al marcador. La verticalidad por banda está asegurada con su presencia y este sábado, en La Cartuja, no iba a ser menos.
"Esto es increíble. Hemos hecho historia. El equipo ha trabajado. La afición siempre está con nosotros y se lo merece todo y más. He soñado mucho tiempo con esto. El año pasado fallé dos ocasiones clarísimas y nos quedamos a las puertas de la final. Estoy superfeliz. Es el club de mi vida", dijo el extremo del Athletic Club de Bilbao ante el micrófono de Televisión Española.
Ya en rueda de prensa, Nico echó la vista atrás: "Desde el parque hasta aquí, desde el barrio hasta lograr grandes éxitos como este. Mi familia se lo merece, sobre todo mis padres, por lo mucho que han trabajado. También me acuerdo de amigos que jugaban al fútbol y no han tenido la oportunidad de ser profesionales. Va por toda esa gente que está conmigo en el día a día".
El pequeño de los Williams, que superó con creces a su hermano Iñaki (sustituido antes de la prórroga) en cuanto a influencia en el juego, explicó también que fue "el primero en llorar" tras el definitivo lanzamiento anotado por Álex Berenguer. "Este año hemos hecho las cosas bien y hay que disfrutar", concluyó.
Las estadísticas del choque están disponibles en Flashscore.