Y es que en la Copa del Rey todo puede ser diferente. El Sevilla es un equipo al que históricamente se le dan bien las eliminatorias. Ahí están las siete Europas League conquistadas, la última la temporada pasada, y el hecho de que la eliminación europea se ha producido en la fase de grupos de la Champions, sin la posibilidad de disputar eliminatorias a ida y vuelta o a partido único.

En la presente Copa, aunque bien es cierto, que se ha medido a dos equipos de inferior categoría pero también a un Getafe en un gran momento, el Sevilla ha resuelto las eliminatorias con éxito. Quique ha dirigido al equipo ante Ferrol y frente a los azulones, por lo que tiene en su haber dos victorias más que sumar a la liguera. Además, ha descubierto a Isaac Romero en ataque.

No obstante, enfreten está un Atleti que es el único equipo que sabe lo que es ganar al Real Madrid (y además por partida doble) esta temporada, que ha acabado primero en su grupo en Champions y que tiene a Morata y a Griezmann a un nivel extraordinario.

Acuña y Nyland 

Nadie oculta que el reto para el Sevilla es mayúsculo por enfrentarse a un Atleti en forma, a partido único y en su estadio. Pero Quique empieza a tener buenas noticias ya que recupera efectivos. Y no son dos jugadores cualquiera. El Huevo Acuña y Orjan Nyland vuelven a una convocatoria después de sus lesiones. También será de la partida Soumaré.

Además, Lucas Ocampos, que era duda por unas molestias que le impidieron participar en algún entrenamiento, está disponible. Son baja por motivos técnicos Hannibal Mejbri, Mariano Díaz y Federico Gattoni. Por lesión, siguen en el dique seco Dodi Lukebakio, Nemanja Gudelj y Kike Salas. Y en la Copa de África sigue representando a Marruecos Youssef En-Nesyri.

El Sevilla busca una victoria que homenajee a los tres aficionados fallecidos y que sirva como golpe de efecto ante el momento anímico del equipo en un día en el que el club celebra 134 años de existencia.