El sirio Fahd Youssef vio cómo el guardameta Alireza Beiranvand detenía su penalti en la tanda, mientras que Irán transformó todos sus lanzamientos, siendo el capitán Ehsan Hajsafi el autor del decisivo.

Irán fue uno de los tres equipos que terminaron la fase de grupos con el pleno de puntos, y Siria, debutante en octavos de final, había hecho todo lo posible por contenerlo hasta que regaló a su homólogo de Oriente Próximo un penalti en la primera parte.

Aiham Ousou se abalanzó deliberadamente sobre Mehdi Taremi sin intentar ir a por el balón. El mismo delantero iraní tiró la pena máxima, que se coló por la escuadra derecha y supuso su tercer gol en el torneo.

Pero Siria igualó cuando Pablo Sabbag saltó al terreno de juego y fue golpeado por Beiranvand en el área. Omar Khribin transformó el penalti con tranquilidad para poner el 1-1 en el marcador.

Las cosas fueron de mal en peor para Irán cuando Taremi fue expulsado por segunda tarjeta amarilla. Tras haber sido amonestado anteriormente por simulación, Taremi cometió una falta sobre Alaa Al-Dali que le valió otra amonestación y dejó a Irán con 10 hombres para los últimos minutos y la prórroga.

Sin embargo, Irán consiguió aguantar y llevar el partido a los penaltis, donde no se dejó intimidar por la presión, ampliando a 15 partidos la racha de imbatibilidad del seleccionador, Amir Ghalenoei, desde que se hizo cargo del Equipo Melli en marzo del año pasado.