La gran final de la Conference League no dio respiro en ningún momento. Un ida y vuelta constante se apoderó del Betis - Chelsea desde el primer minuto, dejando un espectáculo precioso para el aficionado neutral.
En esa tesitura, y con los blues presentando algunos problemas en la salida de balón, la magia de los hombres de ataque del cuadro dirigido por Manuel Pellegrini se sobrepuso rápidamente a los millones londinenses.
A los nueve minutos de juego, el balón cayó en los pies de Isco cerca de la frontal del área y el malagueño sacó su varita para dejar solo a Ez Abde delante de Jorgensen. El marroquí no perdonó y, con un disparo raso y potente, subió el 1-0 al electrónico del Tarczynski Arena.
El Chelsea era el dueño indiscutible de la posesión, pero siempre que esta pasó a manos de los sevillanos, el talento verdiblanco hizo temblar los cimientos de la zaga inglesa. Y es que la batalla trató de eso: talento natural contra poderío físico descomunal.
Un Isco que recordó al de las grandes finales de Champions League con el Real Madrid se convirtió, a base de clase, en el amo y señor del centro del campo. Distribuyó a placer durante todo el primer acto y resultó indetectable para los físicos mediocampistas del equipo de Enzo Maresca.

De la magia al barro
En la segunda mitad, la presencia londinense en campo bético se intensificó notablemente. Ello provocó que los segundos 45 minutos del Betis fueran una auténtica oda a la resistencia. Todos se sacrificaron en tareas de contención, incluido un Antony gris en ataque, pero muy colaborador en defensa.
Con la magia reducida al mínimo exponente, el poderío físico del Chelsea comenzó a imponerse. En el 65', la sociedad entre Cole Palmer y Enzo Fernández, los dos hombres más entonados de los blues, dio pie al 1-1, obra del argentino de cabeza.
La igualada descolocó mucho a los de Pellegrini, que cada vez estaban más descolocados. En mitad del desorden, Palmer volvió a insistir por el costado derecho con un buen gambeteo. Tras sentar a un rival, colocó un centro medido que Jackson convirtió a placer en el 1-2.
Finalmente, el cruel destino quiso que la fría lógica se impusiera desde los pies de Cold Palmer. El talonario tumbó al talento. Después de todo, la contienda quedó sentenciada con un auténtico golazo de Jadon Sancho para el 1-3, que dejaba el trofeo en manos inglesas. Por si fuera poco, Caicedo se ensañó en la prolongación con el 1-4, demasiado castigo para un Betis desgastadísimo.
Jugador Flashscore del Partido: Cole Palmer.