El brasileño, de 25 años, escapó a su pesadilla en el Manchester United en enero, cuando fichó por el equipo de La Liga en calidad de cedido, buscando reconstruir una carrera que se había estancado miserablemente en Old Trafford.
Antony se convirtió en el segundo jugador más caro de la historia de los Diablos Rojos cuando fichó procedente del Ajax en 2022 por 95 millones de euros, pero fracasó estrepitosamente a las órdenes de su antiguo entrenador, Erik ten Hag.
La presión en el United llegó a ser demasiado para el extremo, cuya mejor forma estaba fuera de su alcance.
"Sólo yo sé lo que era estar allí en casa, sin fuerzas ni para jugar con mi hijo y pasando días sin comer, quedándome encerrado en mi habitación", declaró el jugador a TNT Sports Brasil antes de la final.
"Le dije (a mi hermano) que no podía más", agregó.
El atacante ha explicado que salió de una favela brasileña, jugando sin botas y contra traficantes de drogas, desarrollando una dura coraza, por lo que sufrir tanto en Mánchester resulta especialmente llamativo.
Cuando apareció el joven Amad Diallo, el sucesor de Ten Hag, Rúben Amorim, se alegró de la marcha del delantero, y el Betis de Manuel Pellegrini aceptó la apuesta y trató de relanzar una temporada que flaqueaba.
El encaje no pudo ser mejor tanto para el jugador como para el club, ya que se ayudaron mutuamente a recuperar su mejor nivel.
Con tres goles y una asistencia en sus cuatro primeros partidos con la entidad del Benito Villamarín entre todas las competiciones, el ex del Lyon volvió a sonreír rápidamente bajo el sol andaluz ante una afición que le adora.
"Es muy fácil jugar con él, tiene un talento increíble y toma buenas decisiones", dijo Isco sobre su compañero en febrero.
"Espero que podamos dar ese paso adelante para entrar en Europa", continuó.
Con el mediapunta malagueño, convocado por la selección nacional por primera vez en seis años, compenetrado con el brasileño, el Betis lo consiguió.
Se clasificó para la próxima edición de la Europa League y podría haber dado un paso más si no hubiera luchado en dos frentes.
Mientras que la Conference League no significa gran cosa para el Chelsea, bicampeón de la Liga de Campeones, para el Betis representaría un logro importante.
A pesar de ser uno de los nueve clubes que han ganado la Liga, nunca se ha llevado a casa un trofeo europeo.
El Betis levantó la Copa del Rey en 2022, pero no ha ganado nada más en las dos últimas décadas.
Incluso el lema del club refleja su falta de éxito -'Viva el Betis, manque pierda'-, forjado con el club en tercera división en la década de 1950.
"Tuve ofertas, pero cuando apareció el Betis sentí una certeza en mi corazón", explica Antony, a quien Pellegrini ayudó a rellenar su agotada moral.
"Me dio mucha confianza", destaca.
'He llorado mucho'
El veterano entrenador también ayudó al futbolista a trabajar su producto final, mientras que en Inglaterra a menudo se burlaban de él por su afición a los regates.
A cambio, Antony aportó goles, asistencias y un toque de calidad de élite al que clubes como el Betis no suelen tener acceso.
"No es casualidad que el Manchester United pagara (tanto) por él", señaló el técnico chileno.
Antony marcó en los dos partidos de la semifinal contra la Fiorentina (4-3) que llevó al Betis a la final de Breslavia y lleva nueve goles y cinco asistencias en 25 partidos con el club.
"Hemos pasado por momentos muy difíciles para estar disfrutando hoy de este momento", dijo el delantero, explicando sus lágrimas tras el triunfo sobre la Viola.
Mientras que el Manchester United se quedó a las puertas de la final de la Europa League y se pierde la Liga de Campeones de la próxima temporada, el resurgir de Antony podría coronarle campeón de Europa y ganarse un gran traspaso en verano.
Por supuesto, al Betis le encantaría retenerlo en el Benito Villamarín, aunque el precio sería un problema, pero Isco ha estado haciendo una lluvia de ideas, sugiriendo incluso un "secuestro" para retener al atacante.
"Tenemos que hacer un crowdfunding para que se quede al menos un año más", bromeó entonces el centrocampista.