Una y otra y otra. Parada tras parada. Susto tras susto, el Barça y el Liverpool han sobrevivido a los insesantes ataques de sus rivales. De un lado, la responsabilidad ha recaído en especial a Alisson (32), un guardameta de máximo nivel que ya lo ha ganado todo con los reds (Champions, FA Cup, Copa de la Liga, Premier, Supercopa de Europa y Mundial de Clubes) y que realizó hasta nueve intervenciones al PSG de Luis Enrique.
Los parisinos han salido con la pólvora mojada: ni Dembélé, uno de los mejores de la temporada en la Ligue 1; ni Barcola, joven promesa del PSG ni el recién llegado Kvaratskhelia, un fichaje estelar en invierno que superó los 70 millones. El Liverpool, de mal partido en ataque, mandó a guardar la única que tuvo en el partido: buena jugada del cuestionado Darwin Nuñez, que le cede un balón perfecto a Elliot. El atacante británico define cruzado y vence a Donnaruma.
Resultado más que aceptable para los reds, que ahora buscarán cerrar con algo más de calma la eliminatoria en Anfield.

Szczesny rescata a un Barça en apuros
Alisson no ha sido el único portero que resultó con el MVP de la noche en sus manos. Szczesny firmó la que es hasta ahora su mejor actuación como guardameta blaugrana. Partido enorme para el polaco, que resistió las constantes embestidas del Benfica que, desde el miuto 22' de partido, tuvo a un hombre de más gracias a la ingenua expulsión de Pau Cubarsí.
El Barcelona aguantó y Raphinha puso con un zarpazo el 0-1 que deja a los culés bien posicionados de cara a la vuelta, que se disputará en Montjüic.
Además de Szczesny, el rendimiento de Pedri (en especial sin balón) ha sido excelente: gran nivel del centrocampista canario, que no deja de hacer kilómetros en cada partido de la mano de Hansi Flick.