El técnico argentino regresa a un lugar muy querido por él, en el que pasó dos años como jugador y levantó una Copa de la UEFA.
Pero los sentimientos quedarán atrás en cuanto eche a rodar el balón sobre el césped del Meazza. Eso sí, sentirá algo especial. "Mañana tendré una cosa dentro del cuerpo", ha reconocido antes de centrarse en lo que le espera sobre el terreno de juego.
"El Inter está entre los cuatro o cinco mejores equipos de Europa. Habla por sí solo cómo está llevando su Liga, por cómo compitió con el City. Me gusta mucho cómo juega. Es concreto y simple. Las cosas simples son las que mejor salen".
Para afrontar el partido podría repetir el nuevo invento de poner a Marcos Llorente como delantero. "No es un delantero puro como Morata o Memphis. Es más similar a Correa por su trabajo o su velocidad. Pensaremos cómo trabajarlo".
Lo que no hay que ensayar, porque es innegociable, es la intensidad que habrá que poner sobre el campo juegue quien juegue. "Necesitamos jugar con la intensidad de los partidos de Copa. El Inter tiene armas para atacar por cualquier lado. Jugaremos desde el lugar del que podemos hacerle daño".
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