Pepe Castro rechazó con contundencia la decisión del país galo, que trata de frenar la violencia en el fútbol con medidas como esta última (impedir el desplazamiento de seguidores visitantes). Si ya de por sí resulta sorprendente, más lo es si tenemos en cuenta que el anuncio se produjo el domingo. "Nos parece una auténtica atrocidad que se prohíba a 300 aficionados, que además no son de riesgo, viajar y asistir a ver a su equipo", explicó el todavía máximo mandatario de la entidad.

"Han comprado sus entradas y sus vuelos. Estamos haciendo todo lo posible con el gobierno de la nación para que estos aficionados puedan estar en el partido. Ha salido una notificación esta mañana que dice que no les van a dejar entrar, pero el oficial de enlace del club va a estar en contacto con todos ellos para ayudarles en todo lo posible. Si hay problemas en Francia, esto se avisa con tiempo. No la tarde antes", apuntó.

Continuó con las siguientes palabras: "No tienen prohibido viajar y vamos a trabajar hasta el último momento, pero no puedo asegurar algo que no depende de nosotros. Estamos tratando de resolverlo, pero todavía no lo está. Esperemos y deseemos que llegue la cordura. También hemos hablado con la UEFA y estamos a la espera. Las próximas horas serán muy importantes para resolver este tema absurdo, porque es algo no había ocurrido antes".

"Hasta ayer nadie tenía noticias y todos nos hemos enterado por una entrevista del ministro francés. No había nada oficial para advertir a estos aficionados y es una atrocidad que limita los derechos de los europeos, en este caso de los españoles", concluyó Castro, que afronta dicha problemática en medio de una situación muy inestable a nivel institucional, ya que José María del Nido Carrasco está llamado a ocupar su puesto en los próximos días... en plena guerra con su padre.

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