Más dudas y situaciones inesperadas
El nuevo formato de la Liga de Campeones ha provocado dudas y extrañeza tras años de la tradicional liguilla de cuatro equipos con los dos primeros clasificados.
Sería natural que hubiera cierta resistencia al principio, pero todo es cuestión de tiempo y costumbre.
En mi opinión, el nuevo formato es interesante y aporta más emoción a la competición.
El número de enfrentamientos entre gigantes europeos ha aumentado considerablemente en esta primera fase, lo que da más posibilidades de que aparezcan sorpresas, sobre todo si no se encuentran con tantos favoritos por el camino.
¿Qué posibilidades habrían tenido equipos como el Real Madrid o el Manchester City de caer eliminados en el formato anterior? La nueva competición aporta más dudas y situaciones inesperadas, algo que siempre es bienvenido en el fútbol.
Los playoffs crean eliminatorias incluso antes de los octavos de final, lo que aporta la emoción de los partidos decisivos antes incluso de que se determinen los primeros equipos. No me cabe duda de que se avecinan muchas más emociones.
Mi único comentario se refiere a la organización de las eliminatorias. Creo que sería más sencillo que el 9º se enfrentara al 24º, el 10º se midiera al 23º y así sucesivamente...
Ahora que ha terminado la fase de liguilla, muchos han comprendido el proceso y creo que la tendencia es a una mayor aceptación en las próximas temporadas.
Daniel Ottoni, Flashscore Brasil
Un sistema de liga "ilógico" para contrarrestar la Superliga
Dedicarse a la idea es la única manera de estar a la altura. Pero cuando la idea no es la tuya, puedes perder rápidamente el equilibrio y acabar muriendo... sin idea. Eso es lo que está pasando ahora mismo con la UEFA, que no ha hecho más que duplicar la directriz de la Superliga y luego aplicarla en casa.
Todo ello vendiéndolo como una Liga de Campeones de "nuevo formato".
El resultado: un calendario cada vez más saturado, partidos menos interesantes debido al creciente cansancio de los jugadores, una disminución del atractivo y una sobredosis de fútbol para los aficionados con partidos cada tres días.
El contraataque de Aleksander Ceferin a la Superliga con el formato que denunció anteriormente fue todo un error.
Esta "liga" sigue siendo ilógica. Jugar ocho partidos por equipo en una liga de 36 clubes significa nivelar el terreno de juego a la baja. El número total de puntos necesarios para llegar a la fase final es demasiado bajo. Y eso por no hablar de la forma en que se definen los calendarios de cada uno...
Al final, sin embargo, tiene sentido, dado que esta nueva Champions no fue idea suya, y que se creó y lanzó precipitadamente para contrarrestar otro proyecto que ya estaba demasiado avanzado, y que verá la luz en un futuro muy próximo.
Pablo Gallego, Flashscore Francia
La variedad demuestra su éxito en la fase de liga
Más que otra cosa, es simplemente divertido tener una oportunidad en formato de variedad. La Liga de Campeones se estaba volviendo un poco rancia con la antigua fase de grupos, que a menudo decaía en las dos últimas rondas.
En mi opinión, resultaba demasiado cómodo para los equipos económicamente más fuertes.
Los grandes no se ponían a prueba con suficiente frecuencia hasta las rondas eliminatorias.
Es cierto que el nuevo formato plantea algunos problemas: parece demasiado largo. Sin embargo, la prueba está en que, en la última jornada, el PSG y el Manchester City luchaban por no caer eliminados.
Puede que no sea perfecto, pero no cabe duda de que la fase de liga ha llegado a un emocionante final.
Irónicamente, eso es precisamente lo que muchos temían que no sucediera. El peligro y el dramatismo de las rondas finales convierten al nuevo formato en un éxito, al menos en términos futbolísticos, y es un cambio refrescante con respecto al formato anterior.
Pat Dempsey, Flashscore Global
¿Arruina el nuevo sistema la magia de las noches europeas?
Más equipos, más partidos, más imprevisibilidad. Siete partidos y todavía no había certezas. La incertidumbre de la clasificación hasta la última jornada es sin duda intrigante: todo ha estado en el aire hasta el final.
Pero, ¿merece la pena hacer aún más agotadora una competición ya de por sí fascinante, con más partidos, un mayor riesgo de lesiones y un calendario aún más congestionado?
¿No reside también la magia de las noches europeas en su rareza?
¿Más espectáculo o sólo más negocio?
Fabio Russomando, Flashscore Italia
Una liga más dramática
El nuevo formato de la Liga de Campeones ha confirmado que nada funciona para dinamizar el mercado como la competición, o al menos el anuncio de ella.
Puede que la UEFA se haya reído de la Superliga, pero ha dejado claro que el formato debe ofrecer ante todo entretenimiento.
No debe ser una comodidad para los más grandes y una mera muestra para los más pequeños, sino una auténtica batalla hasta la última ronda. Sorpresas, drama o ascensos sensacionales: creo que todo está por venir.
Parece que la nueva Liga de Campeones reconciliará a los románticos con los pragmáticos. ¿Será así en el futuro? Si la UEFA sigue sintiendo la presión del exterior, creo que la tenemos garantizada.
Joachim Lamch, Flashscore Polonia
El nuevo formato aporta más competitividad a Europa
Tenía mis dudas, como la mayoría de la gente, cuando se anunció la nueva fase renovada de la liga. Añadir partidos extra a un calendario ya de por sí repleto parecía una idea terrible.
Sin embargo, aunque la preocupación por el bienestar de los jugadores no debe ser ignorada, no se puede negar que la Liga de Campeones ha redescubierto su chispa esta temporada.
El modelo suizo no sólo ha creado nuevos y emocionantes viajes para los aficionados, sino que también ha beneficiado a la competitividad general del torneo al garantizar que cada equipo tenga dos rivales del mismo grupo de cabezas de serie.
Como resultado, hemos asistido a un montón de choques de pesos pesados en cada jornada, mientras que algunos de los llamados equipos "pequeños" de la competición han recibido un puñado de partidos ganables, lo que ha dado lugar a una fascinante carrera por los puestos eliminatorios.
Todo esto llegó a su punto álgido el miércoles por la noche, cuando los 36 equipos disputaron simultáneamente sus últimos partidos de la fase regularr: un final emocionante, lleno de peligro, que enganchó al mundo entero. Que continúe por mucho tiempo.
Danny Clark, Flashscore Global
Reina la confusión entre los aficionados
Me parece un sistema un poco injusto, en el que dependes de un sorteo aleatorio para tener un camino más fácil o más difícil. No es lo mismo jugar un partido en casa contra el rival más difícil que hacerlo fuera.
Además, los aficionados han necesitado muchas explicaciones para intentar entender cómo funciona.
Y aun así, hay muchos que todavía no saben muy bien cómo funciona este nuevo formato, o qué se sortea antes de octavos (aunque esa necesidad de información nos viene bien, claro).
César Suárez, Flashscore España
Dinámico y emocionante, pero la desigualdad monetaria sigue existiendo
El formato ha resultado ser bastante dinámico y emocionante de seguir, aunque poco claro a primera vista. Pero tras haber visto cómo se desarrollaba la primera fase de la liga, ahora está claro que los grandes consiguieron lo que querían cuando amenazaron con lanzar la Superliga.
Los equipos más ricos siguen jugando más partidos entre sí que en el antiguo formato.
Además, ganan una fortuna aunque sus resultados sean malos, porque el dinero por rendimiento es sólo una pieza del rompecabezas financiero.

Así, el inspirador debut del Brest sigue reportándole unos 20 millones de euros menos respecto a los ingresos del City, incluso después de que los ingleses casi se 'autoexpulsaran'. La crisis de Guardiola también demostró que los mejores equipos tienen que esforzarse mucho para caer eliminados.
Con sólo dos victorias en siete jornadas, al City le bastaba con ganar al Brujas para salvarse. Y todas las potencias periféricas, como el Slovan Bratislava o el Estrella Roja, tienen dinero con el que secarse las lágrimas tras recibir una paliza tras otra.
Michal Karas, Flashscore Polonia
Falta emoción de ida y vuelta en el nuevo sistema
Como aspectos positivos, veo la posibilidad de tener partidos más interesantes que las simples rondas y la incertidumbre que reina hasta el final.
En el lado negativo está que la fórmula se vuelve así demasiado cerebral y se pierde un poco la emoción de los enfrentamientos de ida y vuelta.
En definitiva, pierde parte de su atractivo y complica las temporadas de los participantes, con más fatiga y riesgo de lesiones.
Marco Romandini, Flashscore Italia
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