Sin embargo, la derrota ante el Milan en la vuelta de semifinales de la Coppa Italia, dolió mucho. Por la contundencia de la misma (0-3), por producirse ante un eterno rival en horas bajas y por suponer el adiós a un título.
Después, llegó el bajón en Serie A. El Inter mantenía una lucha titánica en lo más alto de la tabla con el Nápoles. Incluso se hablaba de la posible celebración de un spareggio para decidir el campeón.
Pero la derrota ante la Roma el pasado domingo en el Giuseppe Meazza, unida a la victoria del Nápoles frente al Torino, deja al biscione en una situación complicada para revalidar el título liguero. Y es que una jornada antes había caído frente al Bolonia en el Renato dall’Ara.
Peligros
Pese a ello, el Inter sigue siendo un rival temible. Empezando por la defensa, donde Sommer está protegido por un trío de centrales formado habitualmente por Acerbi, Bastoni y Pavard. El francés es baja por una lesión en el tobillo, por lo que todo hace indicar que Yann Bisseck puede jugar de inicio. Una zaga sólida que ha dado seguridad a lo largo de toda la Champions a la escuadra de Simone Inzaghi.
Los carrileros son otra de sus armas. Dimarco por la izquierda, y Dumfries, que regresa un mes después, por la derecha, deberían ser los jugadores más incisivos del Inter. En la medular, los habituales son Calhanoglu, Mkhitaryan y Barella, aunque Frattesi muestra un gran nivel cada vez que tiene oportunidad y además tiene gol.
En punta de ataque la gran referencia es Lautaro Martínez. El argentino sigue haciendo historia en el Inter. El Toro es el máximo goleador del club en la Champions y se ha convertido recientemente en el primer extranjero en alcanzar los 150 goles con la maglia nerazzurra. Si bien en Italia sólo lleva 12 goles (anotó 24 en el ejercicio anterior) lleva la nada despreciable cifra de ocho en Liga de Campeones. Además, ha marcado en los cinco últimos choques de la competición.
Además, todo hace indicar que en ataque le acompañará Marcus Thuram, ausente precisamente en los tres últimos partidos saldados con derrotas y sin goles, por unas molestias en el muslo. El francés es una de las grandes esperanzas de los interistas para volver a una final de Champions, después de que el equipo quedara subcampeón hace dos años.