Los Gunners no marcaron en un partido de la UCL en casa por primera vez desde la derrota por 2-0 ante el Barcelona en octavos de final en febrero de 2016, lo que llevó a Mikel Arteta a decir tras el partido: "Hay que hacer algo especial en la competición para tener derecho a estar en la final y el momento de hacerlo va a ser en París".
El gol de Dembélé marca la diferencia
El tempranero gol de Ousmane Dembélé marcó la diferencia entre los dos equipos, un tanto que fue el más tempranero que ha encajado el Arsenal (tres minutos y 15 segundos) en la competición desde el de Edinson Cavani al PSG en septiembre de 2016 (42 segundos). También es el más tempranero que han encajado en la fase eliminatoria de la competición.
Hubo la increíble cifra de 26 pases en la fase previa al gol, que es la mayor cantidad registrada por el PSG en la competición y la mayor cantidad de goles encajados por el Arsenal en la Liga de Campeones (desde 2003/04).
Como para volver a subrayar el cambio de rumbo de Dembélé de cara a portería esta temporada, sólo Robert Lewandowski (40), Harry Kane (36) y Kylian Mbappé (34) han marcado más goles en las cinco grandes ligas europeas en todas las competiciones esta temporada que el francés (33), aunque los 25 goles de Dembélé en 2025 son al menos cinco más que cualquier otro jugador en ese periodo de tiempo.
Si los atacantes del equipo de la Ligue 1 hubieran aprovechado sus oportunidades, el PSG podría haberse marchado fácilmente del norte de Londres con una ventaja de dos o tres goles, por lo que su despilfarro de cara a portería al menos da a los Gunners algo por lo que jugar en el partido de vuelta.
El Arsenal igualó al PSG en muchos aspectos
El partido del martes también estuvo bastante igualado en muchos aspectos, lo que proporcionó a Arteta el acompañamiento perfecto para una de las charlas de equipo más importantes que habrá tenido que dar en París.
Por ejemplo, ambos equipos realizaron siete disparos dentro del área, cinco de ellos a puerta para el Arsenal y cuatro para el PSG.
Los 11 disparos de los visitantes fueron sólo uno más que los 10 del Arsenal, mientras que el 85,6% de acierto en el pase del PSG sólo superó al 83,8% de los Gunners por la mínima.
Arteta se mostró decepcionado por la incapacidad de su equipo para aprovechar los 14 centros al área del PSG, frente a los tres del conjunto francés.
El hecho de que los visitantes ganaran 13 de sus 24 entradas también parece indicar que hubo reticencias a la hora de emplearse a fondo en varios momentos del partido, aunque los locales fueran capaces de arrollar a sus visitantes con 22 regates totales durante el encuentro.
La intención ofensiva es buena, siempre y cuando se consiga algo. Tanto Leandro Trossard como Gabriel Martinelli dispararon tres veces desde dentro del área del PSG, la mayor cantidad desde la perspectiva de los Gunners, aunque este último sólo acertó una vez a puerta.
El balón largo no le sienta bien al Arsenal
El hecho de no haber marcado ningún gol después de haber tenido más posesión de balón que su rival (cuatro veces) y 116 pases en el último tercio del campo nos dice que el Arsenal se esforzó por llegar a las zonas adecuadas, pero que quizás no estuvo lo suficientemente acertado en los momentos importantes.
Curiosamente, para un equipo al que se alaba por mantener el balón en el suelo y jugar a través de las líneas, la mayor cantidad de entradas en el último tercio de la noche fueron las 11 de David Raya, lo que sugiere un enfoque de balones largos que es anatema para todo lo que los seguidores del Arsenal aprecian.

Bukayo Saka, normalmente tan fiable a la hora de circular el balón, no fue capaz de encontrar a sus compañeros con tanta precisión como de costumbre, y su 75,9% de pases completados sólo fue mejor que el 74,3% de Mikel Merino. Esta falta de creatividad obligó al Arsenal a buscar otras fórmulas de ataque, a pesar de que todos los jugadores tuvieron que emplearse a fondo en defensa para mantener a raya al PSG.
No hay que olvidar, por supuesto, que Ethan Nwaneri (18 años y 39 segundos) y Myles Lewis-Skelly (18 años y 215 segundos) se convirtieron en los jugadores ingleses (y de un equipo de la Premier League) más jóvenes en disputar una semifinal de la Liga de Campeones.

Aunque ninguno de los dos se dejó intimidar por la ocasión, tampoco tienen la experiencia en grandes partidos que podría haberles dado ese puntito extra que necesitaban.
Otro dato fascinante del partido es que sólo William Saliba se lleva algún mérito en cuanto a despejes. El francés realizó cuatro a lo largo de los 90 minutos, siendo la singular contribución de Ben White en este sentido el único despeje efectuado por un jugador del Arsenal.
Si lo comparamos con los 19 despejes realizados por siete jugadores diferentes del PSG, podemos hacernos una idea más clara de dónde se ganó y se perdió el partido.
Felicitaciones a Luis Enrique por la emergencia del PSG como auténtica potencia europea
Siguiendo con la perspectiva del PSG, aunque la finalización de los pases de Dembélé no fue excelente (76,9%), tener a su alrededor a jugadores como Vitinha (96,2%) y Desiré Doue (95,5%) significaba que podían cubrir las carencias del delantero.
En muchos aspectos, esta temporada, esa excelencia integral es lo que ha impulsado al PSG al borde de la gloria europea. El hecho es que ahora, por fin, juegan como un equipo y no como un conjunto de individualidades, y hay que felicitar a Luis Enrique por ello.

Seguramente, el técnico verá con interés la segunda semifinal, ya que el Barcelona, un equipo al que llevó a la gloria en la UCL en 2015, se enfrentará al Inter por el derecho a enfrentarse al PSG o al Arsenal en la final.
Sin embargo, podría estar más preocupado por perder a Dembélé para el partido de vuelta contra los Gunners.
"Se someterá a pruebas. No es nada grave. Es algo muy leve, pero probablemente sea duda para el partido de vuelta", declaró a la prensa.
