La Real Sociedad disfrutó de una nueva jornada en la Champions League y volvió a maravillar con un juego exquisito, el mismo que pusieron en práctica ante el Barcelona y que no tuvo los frutos esperados. Este miércoles, sin embargo, se impusieron de forma clara al Benfica (3-1) y sellaron el pase a los octavos de final. Pelearán en los dos últimos compromisos, especialmente en la visita al Inter de Milán, por ser primeros de un grupo que se presentaba complejo tras el sorteo.

Jokin Aperribay, presidente del club vasco, compareció después del encuentro, algo empañado tanto por el comportamiento de los ultras en la previa como por lo que pasó en la segunda parte, y fue muy contundente: "El primer mensaje es para pedir perdón a nuestros aficionados. Nuestra misión es colaborar al máximo con la Policía y la Ertzaintza para que no vuelvan a ocurrir estos hechos. Haremos lo posible para identificar a estas personas".

El propio Aperribay confirmó que hay tres detenidos y aseguró que le "duele" tener protagonismo en una noche "magnífica". Continuó su intervención con las siguientes palabras: "Hemos requisado muchísimo material y los cacheos han sido innumerables, pero no se ha podido incautar todo. La Real actuará penalmente y pondrá todos los medios a su alcance para perseguir a esos delincuentes. No lo vamos a admitir".

Ya durante el propio encuentro, el cuadro donostiarra cargó duramente, y en mayúsculas, a través de su cuenta oficial de X (antes Twitter): "Vergüenza". Es de esperar que la UEFA aplique alguna sanción, aunque el asunto va a ir más allá porque la posición de la entidad con sede en Anoeta, que ha confirmado no sólo el reconocimiento sino también la imputación de algunos de los radicales, es muy firme y va a ir hasta el final.