Algo para lo que tiene explicación, que el rival, el Borussia Dortmund, también juega, y lo hace en un escenario que genera una presión extraordinaria al rival, como demuestra el 3-1 final.
"Es un equipo muy bueno el rival, el ambiente en el estadio era tremendo. No ha sido nuestro mejor día, no es fácil jugar este tipo de partidos, pero nos hemos clasificado para la semifinal, que era nuestro objetivo", señaló tras el encuentro a las cámaras de Movistar.
Ahora, un poco de tiempo para celebrar este pase seis años después de que el Barcelona llegase a esta penúltima ronda de la Liga de Campeones. "La Champions es la mejor competición del mundo. Cuando se llega a ser de los últimos cuatro equipos es genial y fantástico para todos, para jugadores, entrenadores, directivos...".
Preguntado sobre qué rival prefiere para ese duelo de semis, si el Inter de Milán o el Bayern de Múnich, Flick no ha querido mojarse. "No prefiero a nadie, me sentaré en casa a ver la televisión y a disfrutar con el partido".