El cuadro catalán aspira al triplete y el miércoles recibe al Borussia Dortmund en la ida de cuartos de final de la Liga de Campeones.
Desde que De Jong se ha restablecido, el Barcelona ha dado un paso adelante, luchando por volver a lo más alto de la Liga y navegando hacia adelante en Europa.
El cuadro blaugrana ganó por última vez la Liga de Campeones en 2015 y, tras un catálogo de humillaciones, vuelve a encontrarse entre los favoritos para levantar el trofeo.
La temporada pasada alcanzaron los cuartos de final por primera vez desde 2020, y este año son favoritos para llegar a la final a cuatro.
De Jong ha formado un elegante tándem en el centro del campo del Barcelona con Pedri González.
Mientras que ninguno de los dos jugadores está en su mejor momento cuando se les carga con responsabilidades defensivas, juntos hacen lo suficiente para ayudar al Barça a sobrevivir en la parte trasera mientras florecen ofensivamente.
"Jugar con un futbolista como Pedri hace la vida más fácil", declaró De Jong la semana pasada.
Flick elogió al dúo después de que ayudaran al Barça a alcanzar la final de la Copa del Rey con una victoria a domicilio ante el Atlético de Madrid.
"Frenkie y Pedri estuvieron increíbles, muy valientes con el balón, manteniendo la posesión", comentó entusiasmado su entrenador.
Ha sido un largo camino de regreso para De Jong, que hasta principios de año estaba por detrás de Marc Casado en la jerarquía.
Flick empezó la temporada con el joven Marc Bernal en la base del mediocampo, pero después de que éste sufriera una lesión de larga duración, confió en Casado.
De Jong se lesionó en abril de 2024 y no volvió a estar en forma hasta octubre, por lo que durante un tiempo Flick lo utilizó con moderación.
"Debe lidiar con esta situación, debe recuperar la confianza", advirtió Flick en noviembre.
Cuando la forma del Barcelona decayó a finales del año pasado, empezó a utilizar a De Jong por delante de Casado, y pronto dio sus frutos.
Los catalanes llevan 22 partidos invictos en 2025, y De Jong sólo ha participado en una de las seis derrotas del Barça esta temporada.
Casado sufrió más tarde una lesión que probablemente le mantendrá de baja hasta el final de la temporada, pero el holandés ya se había ganado el puesto para entonces.
"Casa no ha hecho nada malo... Frenkie lo está haciendo muy bien", explicó Flick.
"Hablé con Frenkie el primer día aquí. Tuvo una lesión enorme, volvió paso a paso, día a día, y está mejorando.
"Y ahora creo que también se puede ver lo bueno que es, lo bueno que es para el equipo".
Fuera freno de mano
De Jong fue anunciado como el sucesor de Sergio Busquets cuando llegó del Ajax en 2019 por 75 millones de euros (82 millones de dólares), completando un fichaje de ensueño que había deseado desde su juventud.
Sin embargo, a pesar de un comienzo brillante, pronto quedó claro que su juego dinámico se veía gravemente obstaculizado si se le decía que se quedara en un papel profundo.
Años de irregularidad, lesiones y la salida forzada del club, que quería recuperar el dinero de su traspaso y liberarse de su salario, dejaron a De Jong en una situación difícil.
Nunca había encajado en el equipo en una posición que pareciera totalmente adecuada para él, e incluso ahora su presencia deja al Barcelona más expuesto en defensa.
Sin embargo, el equipo de Flick juega con el freno de mano quitado y es gloriosamente entretenido, marcando cuatro o más goles en 20 ocasiones esta temporada.
De Jong ayuda al equipo a progresar con el balón, añadiendo toques de calidad y atrevimiento al juego de acumulación del Barcelona.
"De Jong, que corría casi 90 metros o algo así (para incorporarse al ataque), ésa es la mentalidad, la actitud del equipo, y es buena", declaró Flick después de que el Barça goleara 4-1 al Girona en marzo.
Fuera del terreno de juego, la situación también ha cambiado para De Jong, que podría firmar un nuevo contrato en los próximos meses.
Después de media década frustrante en la capital catalana, su historia por fin está cambiando para mejor.