El Atlético de Madrid inicia su andadura en la Champions League 25-26 en Anfield ante el todopoderoso Liverpool. Un test de nivel que no llega en el mejor momento para los rojiblancos, convalecientes todavía de un accidentado inicio liguero y con múltiples bajas en su plantilla.
La más sonada es, sin duda, la de Julián Álvarez. El argentino, gran estrella de los 'colchoneros', no podrá estar en el feudo 'red' (tampoco Baena, Cardoso, Almada ni Giménez), lo que lastra en gran medida las opciones de un Atleti cuyo triunfo, antes del duelo, parece una quimera.
También lo era hace cinco años y medio, cuando tras un sufrido 1-0 en la ida, el equipo de Diego Pablo Simeone visitaba al por entonces campeón de Europa en busca de los cuartos de final de la máxima competición continental.
Aquel duelo, disputado el 11 de marzo de 2020, fue un auténtico asedio. De esos partidos en los que la lógica queda aplastada y esparcida por el suelo. Viendo el partido y las estadísticas, lo normal habría sido una sonora goleada del Liverpool. ¿El resultado? Un 2-3 que es historia rojiblanca.
Llorente, con sus dos goles en la prórroga tras el 2-0 local, acaparó los focos, con Morata copando la última foto con el 2-3 sobre la bocina. Sin embargo, el gran héroe de aquella noche fue un Jan Oblak que, seguramente, cuajó la mejor actuación de su carrera profesional, con intervenciones inverosímiles ante un tridente Salah-Firmino-Mané que por entonces no tenía parangón en el fútbol europeo.
Hasta 11 paradas realizó un meta esloveno que, curiosamente, llega este miércoles a los 500 encuentros oficiales con el Atlético de Madrid. Medio millar de compromisos en los que Oblak no ha tenido rival bajo palos. Desde que asumió la meta rojiblanca adelantando por la derecha a Moyá, nadie ha sido capaz de hacer sombra a un jugador que resiste el paso de los años sin inmutarse.

Cuatro supervivientes por equipo de aquella noche
Oblak es de los pocos que disputaron ese partido y, un lustro después, continúan en el club. En total, mirando los convocados de Liverpool y Atlético aquel día, solo ocho jugadores vivieron a pie de campo lo ocurrido en ese loco e inexplicable 2-3 del equipo de Simeone al de Jürgen Klopp.
En el Atleti, del XI titular, solo Koke resiste junto al esloveno. La zaga al completo de aquel día (Trippier, Savic, Felipe y Renan Lodi) abandonó más pronto que tarde el Metropolitano. La zona media, capitán al margen, también dijo adiós (Saúl, Thomas y Correa, éste hace nada). Y qué decir de una delantera compuesta por Diego Costa y Joao Félix.
Del banquillo, dejando a un lado al Cholo Simeone, solo el goleador Llorente y Giménez siguen en la entidad. Sus compañeros de asiento aquel día fueron Adán, Vrsaljko, Lemar (cedido en el Girona), Carrasco y Morata.
Mientras tanto, la diáspora también ha sido grande en un Liverpool en el que solo Virgil van Dijk, Robertson, Salah y un denostado Joe Gómez siguen en el equipo. Del centro del campo titular aquella noche (Henderson, Wijnaldum y Oxlade-Chamberlain) no queda nadie. Y qué decir de una portería en la que, debido a la lesión de Alisson, el titular fue el ahora bético Adrián San Miguel.
Ahora, más de un lustro después, los ocho supervivientes, siendo Simeone el noveno pasajero en este caso, se verán de nuevo las caras, con aquel partido todavía fresco (mucho más que el doble encontronazo en la fase de grupos de la 2021-22) y en una situación de desequilibrio similar. Que se repita sería un milagro, pero también lo era aquella vez.
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