¿Cómo puede vencer el Inter al Manchester City en la final de la Liga de Campeones?

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¿Cómo puede vencer el Inter al Manchester City en la final de la Liga de Campeones?
El entrenador Simone Inzaghi con Lautaro Martinez
El entrenador Simone Inzaghi con Lautaro Martinez
Profimedia
El sábado se disputará en el Estadio Olímpico Ataturk de Estambul la final de la Liga de Campeones entre el Manchester City y el Inter de Milán, en una de las noches más grandes del deporte. El campeón de la Premier League tiene al alcance de la mano el soñado triplete y, según los expertos, no sufre ninguna debilidad evidente, lo que le convierte en el claro favorito del partido. Pero eso no significa que el Inter no pueda sorprender, sobre todo a lo largo de los 90 minutos.

Compactibilidad. Una palabra que aparece en casi todos los artículos que describen al actual Inter de Simone Inzaghi (47). El club no es ni mucho menos una colección de defensas de élite, pero las tácticas elegidas lo convierten en un equipo muy difícil de batir.

Es muy probable que los Nerazzurri entren en el partido con su tradicional formación 3-5-2 (5-3-2), con la línea defensiva operando una vez más en un bloque profundo muy cerca del centro del campo. Si hace unos años le hubieras dicho a alguien que Hakan Calhanoglu (29 años) se desenvolvería con soltura como mediapunta profundo sobre el terreno de juego y que Henrik Mkhitaryan (34) destacaría como centrocampista box-to-box, probablemente te habrían mirado con incredulidad.

Sin embargo, Inzaghi ha conseguido convertir a jugadores que antes eran puramente ofensivos en futbolistas que desempeñan sus funciones con esmero en un sistema afinado defensivamente y que son la clave del éxito actual del equipo. Consecuencia directa de esta compacidad es el centro del campo, difícil de romper, donde el AC Milan no encontró dos fisuras en el derbi de semifinales y, con sólo 0,54 y 0,66 goles esperados respectivamente, no marcó ni uno.

La compacidad del Inter.
11Hacks

Por lo tanto, el entrenador del City, Pep Guardiola (52), debe encontrar ante todo la manera de superar este obstáculo y hacer que su goleador Erling Haaland (22) participe en el juego tanto como sea posible. Al menos en los primeros compases de la final, probablemente se jugará en campo del Inter. Su rival pasa de un 4-2-3-1 a un 3-2-4-1 cuando tiene la posesión del balón, con John Stones (29) desplazándose al centro del campo(más sobre su evolución en este artículo) junto a Rodri, con el que intercambiará bandas, mientras que Ilkay Gundogan (32) y Kevin De Bruyne (31) operan en sus respectivos mediocampos.

El Inter jugará sin balón y esperará a ver qué se le ocurre a su rival. Uno de los escenarios probables será un centro a De Bruyne desde la izquierda y un intento de centro al segundo palo, que es una de las grandes tendencias de este año en la Premier League. Las jugadas a balón parado también podrían ser una buena arma para los Citizens, en las que el Inter no es uno de los conjuntos más seguros de la Serie A en la presente temporada. Esto es especialmente evidente a la hora de defender los saques de esquina, en los que sólo otros siete equipos en Italia han permitido más ocasiones peligrosas de media por córner.

Dilema: ¿Dzeko o Lukaku?

Lo que será aún más interesante de ver es lo que ocurre en los momentos en los que el Inter tiene el balón. Cuando los jugadores del Real Madrid intentaron jugar por el centro en las semifinales de la competición, tuvieron enormes problemas con el pressing del City. Esto se debió principalmente a la gran actuación de Rodri y Stones, que ganaron una gran cantidad de balones. Por tanto, el Inter se ofrece directamente para aprovechar los pases largos de André Onana (27), considerado uno de los mejores porteros de la Serie A con los pies.

El principal destinatario de sus balones largos puede ser el espigado Edin Dzeko (37), pero jugar de lateral hacia ambos laterales o, probablemente la solución más creativa, hacia Nicolo Barella (26) también es una opción. Este último es, después de todo, quizás uno de los mejores centrocampistas centrales del mundo a la hora de mover el balón en espacios abiertos con sus carreras. Tras recibir el balón, es capaz de cruzar la línea de la prensa, recorrer una gran distancia con él y, a continuación, crear una peligrosa ocasión de gol con un pase.

Ofensivamente, el Inter se apoyará sobre todo en los contraataques y en el duro trabajo del mencionado Džeko, en cuya dirección fluirá sin duda un elevado número de balones largos, que él se encargará de inferir a Lautaro Martínez (25). Este último correrá entonces principalmente por la banda izquierda, donde Mkhitaryan y el lateral Federico Dimarco (25) reaccionan con rapidez.

El internacional italiano no sólo es capaz de enviar centros muy precisos al área contraria, sino también de penetrar en ella y disparar con peligro. Ha marcado cuatro goles en la Serie A y aún espera su primer tanto en la Liga de Campeones esta temporada. Las carreras a la espalda de la defensa brillaron por su ausencia en la semifinal para el Real, y el Inter debe centrarse en ellas.

Jugar de espaldas a la portería es también uno de los puntos fuertes de Romelu Lukaku(29), lo que significa que el City tiene que estar muy atento a los balones largos durante los 90 minutos de partido. En una métrica de datos avanzados que evalúa lo bien que un jugador es capaz de encontrar una posición favorable para hacerse con el balón, Lukaku figura entre los mejores delanteros de la máxima categoría italiana. Sólo por detrás de él se sitúan sus dos compañeros de ataque en el Inter, Victor Osimhen (24), del Nápoles, u Olivier Giroud (36), del AC Milan.

Decidir si alinear a Dzeko o a Lukaku desde el principio será uno de los mayores dilemas de Inzaghi. Y muy pronto quedará también claro cómo planteará tácticamente el partido. Los modelos de predicción dan al Manchester City alrededor de un 75% de posibilidades de ganar. En la final, sin embargo, ambos equipos están equidistantes del triunfo: una sola victoria.

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