No existe un acoso mayor hacia los aficionados visitantes. (La actitud de las autoridades es "sin precedentes y una bofetada en la cara de nuestros seguidores", ha subrayado el director del Bayern de Múnich, Jan-Christian Dreesen, durante el partido en París.
La organización europea de aficionados Football Supporters Europe (FSE) ha calificado incluso estas medidas como "parte de una evolución profundamente preocupante".
La organización de este partido es una farsa. Al tratar a los aficionados visitantes como animales, las autoridades francesas solo demuestran su evidente incapacidad para organizar un partido de fútbol en condiciones seguras y acogedoras", declaró el director ejecutivo de la FSE, Ronan Evain, tras la victoria del Bayern por 1-2.
¿Se trata de un incidente aislado o de una tendencia? Un día antes del partido, la policía municipal de París ordenó que los 15 autobuses de seguidores alemanes se reunieran en un peaje a las afueras de la ciudad y no salieran hacia el estadio Parc des Princes antes de las 17:00 locales, bajo escolta policial. Con el apoyo del PSG y la UEFA, el club bávaro llevó el caso ante los tribunales, pero esto no sirvió de nada a corto plazo.
En cambio, los aficionados se encontraron con condiciones inaceptables. Había exactamente un baño para 750 personas en el peaje, según Dreesen, y ninguna comida ni bebida. Como los conductores de los autobuses no pudieron cumplir con los tiempos de descanso previstos por la orden, el Bayern organizó de forma urgente conductores de reemplazo para que los seguidores pudieran regresar por la noche, tal y como estaba previsto.
Aficionados del Eintracht Frankfurt excluidos
Los seguidores del Eintracht ni siquiera han podido viajar para el partido del 0-0 en Nápoles. El alcalde de Nápoles ya había prohibido la venta de entradas a los visitantes semanas antes del encuentro. El Ministerio del Interior italiano incluso ordenó la reintroducción temporal de controles fronterizos para los días El 3 de noviembre de 2023 y El 4 de noviembre de 2023, con el objetivo de impedir que cualquier aficionado alemán viajara al partido.
El director deportivo del Eintracht, Markus Krösche, ha hablado de distorsión de la competencia y la UEFA ha rechazado la petición de los alemanes de trasladar el partido a un campo neutral. Y esto a pesar de que Aleksander Ceferin ya se había posicionado claramente en la 2023. "Tenemos que decir que, si algo así ocurre, no jugaremos allí. Simplemente: vamos a cambiar las reglas", ha declarado el presidente de la federación a ZDF en ese momento.
Según la información recopilada por la agencia alemana SID, la UEFA también está trabajando intensamente en soluciones de fondo, pero todo esto no es sencillo. Los políticos de algunos países intervienen repetidamente bajo el pretexto de supuestas preocupaciones de seguridad.
Además, nuevas medidas represivas siguen generando malestar, como ocurre con los aficionados del Friburgo para el partido en Niza, el jueves 6 de noviembre. Los seguidores alemanes no pueden mostrar sus camisetas en la ciudad y, tras una reunión obligatoria en un aparcamiento, solo podrán llegar al estadio en lanzaderas escoltadas por la policía.
